El estadio Krestovski será la sede de la final. Foto: Getty Images Autor: Getty Images Publicado: 19/09/2021 | 12:01 am
La 67ma. temporada del mayor torneo futbolístico europeo, trigésima edición desde que fuera renombrado como Liga de Campeones de la UEFA, la Champions, ha comenzado esta semana y con ella regresaron las «noches mágicas» que tanto ansiamos los aficionados al más universal de los deportes.
Como es tradición, en Juventud Rebelde le traemos el análisis de lo que pudiera suceder desde ahora hasta el 28 de mayo de 2022, día en que el estadio Krestovski de San Petersburgo se vestirá de largo para recibir a los dos contendientes que buscarán alzar la «orejona».
Lo primero que debemos aclarar es que este curso se ha anulado la regla del gol de visitante, la cual estaba vigente desde 1965. Por esa razón, si al terminar los dos partidos de una eliminatoria hay empate en el marcador global, se jugará media hora más de prórroga (dividida en dos tiempos de 15 minutos) y posteriormente, de persistir la paridad en la pizarra, será el momento de los penales.
Hechas las aclaraciones, toca referirnos a los grandes favoritos de esta campaña, una lista que tiene en punta a los muchachos del Chelsea, vigentes campeones de la competición.
Reforzados por la llegada de Romelu Lukaku y Saúl Ñíguez, ahora los de la capital inglesa tienen una plantilla incluso más poderosa, que completan nombres como el de Mount, Kanté, Jorginho, Kovacic, Havertz, Mendy, Rudiger, Alonso, Pulisic o Azpilicueta. No obstante, y aunque los patrones están para romperse, hay que mencionar que hasta la fecha solo un monarca reinante, el Real Madrid, de 2016 a 2018, ha logrado reeditar la corona y esa es una especie de «maldición» que pesará esta vez sobre la escuadra blue.
Justo después de los dirigidos por Thomas Tuchel, habría que colocar al Bayern de Múnich, quienes alzaron la copa en 2020 y aún siguen siendo otro de los planteles más sólidos de toda Europa. Liderados por Robert Lewadonwski sobre la cancha y por el atrevido Julian Nagelsmann desde el banquillo, los bávaros son unos aspirantes más que serios al título, no solo por su talento individual y química colectiva, sino por esa garra histórica que caracteriza a los del Allianz Arena.
A continuación, París Saint-Germain y Manchester City, los últimos dos subcampeones por ese orden, representan una dupla que, a pesar de los repetidos fracasos por obtener su primer trofeo de este tipo, no deberían ser tomada a la ligera.
Primero, los de Francia tienen este año el valor agregado de contar con dos sujetos como Lionel Messi y Sergio Ramos, quienes seguramente incrementarán las posibilidades de progresar de este elenco, en donde también hay que contar con la «magia» de Mbappé, Neymar, Di María, Verrati o Wijnaldum.
Luego, los de Pep Guardiola, cuya racha de excelentes resultados a nivel doméstico comienza a ser insuficiente, volverán a la carga por enésima vez en busca de un premio que les ha sido esquivo y para el cual les ha faltado repetidas veces ese empuje final, tal y como sucedió hace unos meses ante el Chelsea en Estambul.
Con Lukaku como principal refuerzo, el Chelsea tiene por delante la difícil misión de repetir el título. Foto: Getty Images
Un tanto por detrás de este cuarteto de avanzada, aparece un grupo de contendientes que, si bien no lucen tan temibles como en otras épocas, tienen armas suficientes como para sacar los colores al rival que sea. En este «pelotón» que «flota» a continuación de los máximos favoritos, aparecen Real Madrid, Barcelona, Manchester United, Inter de Milán, Atlético de Madrid y Liverpool, miembros de una suerte de segunda línea de lujo, de la cual posiblemente salga alguno de los grandes vencedores de la actual lid.
Los españoles, culés, merengues y colchoneros, tienen realidades diferentes. Mientras los dos «clásicos» pasan por un período de reconstrucción que les hace flaquear más de lo imaginado, los de Diego Pablo Simeone están a un nivel grandioso y bien pudieran dar el salto de calidad que les ha faltado recientemente.
Por otra parte, tanto los de Old Trafford como los de Anfield no son segundos de nadie, y con sendas delanteras potentes, que incluyen indistintamente a Cristiano Ronaldo, Sancho, Bruno Fernandes, Mané, Salah o Jota, sería un sinsentido subestimarlos. Si a eso le sumamos la llegada o reincorporación de defensas y medios de peso como Varane, Thiago o Van Dijk, entonces ganan enteros y se convierten en algo más que una amenaza irregular.
Finalmente, los nerazurri, actuales reyes de la Serie A, han perdido a Lukaku pero trajeron a Dzeko, Calhanoglu y Dumfries, tres elementos que afianzan sus aspiraciones locales y a la vez les proyectan como candidatos a quedar, al menos, entre los ocho mejores del área.
Un poco por detrás, más rezagados en la carrera hacia el Krestovski, parecen estar Borussia Dortmund, Leipzig, Milán, Benfica, Villarreal, Sevilla, Juventus, Atalanta y Ajax, clubes de abolengo o presente halagüeño que igualmente cuentan con argumentos para tener una actuación, como mínimo, decorosa.
Los rossoneri, el Submarino Amarillo y el cuadro de Nervión mejoran su competencia dentro de esta categoría de «mitad de tabla hacia arriba», sobre todo si nos basamos en el tiempo que llevan trabajando con el mismo núcleo duro de futbolistas y la identidad de juego que han ido creando en ese mismo lapso.
Si tuviera que apostar por alguno para tener más trascendencia, me decantaría por los de la Ciudad de la moda. El «factor Zlatan», asociado a la presencia del sueco Ibrahimovic en el once titular, más la solidez que aporta Kessié, el desborde de Brahim, la polivalencia de Rebic, Saelemakers o Theo, la pegada de Giroud y la frescura de Leao.
Los castellonenses, ganadores de la última Europa League, y sus «compatriotas» sevillistas, aunque no lucen como reales postulantes al alirón en mayo venidero, darán con seguridad un buen espectáculo y quién sabe si no logran meterse hasta la ronda de los ocho de arriba.
Lisboetas, borussers, bergamascos y amsterdameses están justo en el borde que divide a los equipos competidores de aquellos cuya mayor alegría será compartir bien de cerca con la élite europea. Todos, cada uno con sus herramientas, tienen lo necesario para superar la liguilla, pero ya en el siguiente escalón sí despiertan dudas sobre su capacidad de inquietar e incluso eliminar a los oponentes que allí encontrarán.
Esta actual fase terminará el 8 de diciembre y habrá que esperar hasta el 15 de febrero para ver qué sucede en los octavos de final, cuya definición está pactada para el 23 de marzo. Los cuartos tendrán lugar en abril (5-6/12-13), mientras que las semis están programadas para los días 26 y 27 de ese mismo mes y cerrarán del 3 al 4 de mayo.