El equipo cubano de espada, junto al entrenador principal Jaine Hernández, después de obtener el título. Foto Cortesía de Jaine Hernández Autor: Cortesía de Jaine Hernández Publicado: 02/07/2019 | 11:01 pm
De Barranquilla 2018 siempre quedará para los cubanos el dolor de una derrota con marcado carácter histórico, la cual, mientras más se acercaba el final del evento, más real se convertía. 48 años después de iniciar la hegemonía en Panamá 1970, nuestro país perdió el pulso y terminó en la segunda posición del medallero de la cita regional, detrás de una indetenible delegación mexicana. Sin embargo, en medio de ese desconsuelo, quizá la nota más alta en la justa colombiana para Cuba la aportó la esgrima, disciplina con un desempeño dominante.
Previo a esos Juegos Centroamericanos y del Caribe, el equipo antillano de esgrima lucía un pronóstico de tres metales dorados. Concluida la lid multideportiva el botín puso en ridículo los vaticinios y gracias a la cosecha de siete coronas y cuatro preseas de bronce, la Isla encabezó la esgrima en Barranquilla.
Exactamente hoy se cumplen 11 meses del término de ese brillante rendimiento y a quien lo consideró como un éxito aleatorio, hoy le digo que la esgrima cubana sigue sonando, igual o más que cuando sus exponentes festejaron cada victoria en Barranquilla a ritmo de una conga improvisada. Ayer el conjunto masculino de espada rubricó uno de los acontecimientos más notables del deporte cubano en el actual año.
La ciudad canadiense de Toronto devino sede del Campeonato Panamericano de la disciplina, certamen en el que nuestro país culminó con una corona y un bronce, actuación que le reportó la tercera posición de un medallero con presencia de nueve países.
Los espadistas Yunior Reytor, Luis Enrique Patterson y Reynier Henríquez consiguieron una fenomenal faena en la discusión del título frente al conjunto de Estados Unidos —acudió con sus principales figuras—, derrotado 45-38. El trío antillano nunca estuvo debajo en la pizarra y cuando Reytor subió a la pista —el último en hacerlo— ante Curtis McDowald, la diferencia era de siete puntos.
En la ruta hacia la porfía del oro los vigentes campeones vencieron 45-36 a México, después en cuartos de final 45-34 al elenco integrado por los conocidos hermanos Limardo de Venezuela (Jesús, Francisco y Rubén, titular olímpico en Londres 2012) y luego en semis al fuerte equipo de Argentina con pizarra de 45-39.
Jaine Hernández, entrenador principal del conjunto cubano, declaró a Juventud Rebelde desde la sede, que esa corona resultó un «muy buen desempeño de los atletas, con un dominio casi total de los aspectos de cada combate, además presentaron una gran efectividad. La importancia de este rendimiento descansa en que se obtuvieron puntos para aspirar a la clasificación olímpica. De poder asistir al Campeonato Mundial de este año y lograr nuestras aspiraciones de ubicarnos entre los primeros 16 equipos, estaríamos bien cerca de Tokio 2020».
Hernández explicó que la estrategia ante el elenco venezolano fue sacar ventaja ante Jesús y Francisco, para que Rubén, en la élite mundial de su arma, viniera a forzar o a atacar, toda vez que sus discípulos son muy efectivos defendiendo.
El santiaguero Reytor culminó como doble medallista en la lid norteamericana, pues quedó tercero en el concurso de la espada individual, dominada por Rubén Limardo y con presencia de 52 tiradores.