El joven jardinero Félix Rodríguez descuella por sus excelentes desplazamientos, potencia en el brazo y fuerza al bate Autor: Modesto Gutiérrez Cabo/ ACN Publicado: 28/08/2018 | 07:45 pm
En un solo pronóstico alguien incluyó a los Elefantes de Cienfuegos entre sus candidatos a la serie de comodines. Fue un experto en sabermetría, quien aludió, entre sus argumentos, a la proyección de varios de sus jugadores jóvenes en un torneo medio envejecido y sin equipos súper favoritos.
Tomé nota de ese vaticinio tan singular y le he seguido las pisadas a los paquidermos sureños, cuyo tránsito por el primer tercio del campeonato regular confirma que este puede ser el año del despegue para Cienfuegos. Tiene récord de ocho ganados y siete perdidos y se ubica en zona de clasificación.
Alaín Álvarez, su director, se siente entusiasmado y dice que para tener éxito las metas no pueden ser mediocres. «Hay que ser ambiciosos, y este equipo se está educando en esa mentalidad».
«Cienfuegos es una mezcla de juventud y experiencia muy equilibrada. Hay un grupo que viene de la categoría sub-23 con muy buenos resultados y despuntando por sus potencialidades para jugar béisbol, y esos muchachos se han integrado bien con los más experimentados Yusniel Ibáñez (igualó el récord de seis juegos seguidos bateando jonrones), Juan Miguel Soriano y Pavel Quesada, que regresa después de estar fuera varias campañas y cuyo liderazgo resulta importante para nuestros propósitos».
César Prieto es uno de los muchachos que más ojos tiene encima. Su línea es de las mejores del equipo (.424/.460/.542). No sobresale por su físico, pero el camarero sureño ha descollado desde las categorías de iniciación por su buen bate. «Es muy disciplinado y entrena mucho», dice el mentor, quien pondera también al inicialista Daniel Pérez, al jardinero Félix Rodríguez, «de excelentes desplazamientos, potencia en el brazo y fuerza al bate, tiene las herramientas para llegar a la preselección nacional, y a los receptores Richel López y Orlando Roa, una dupla que viene trabajando junta desde el sub-23.
«Por ahora pensamos en clasificar, no queremos que la presión nos perjudique en la estrategia de ganar en competitividad, pero para las venideras temporadas sí aspiramos a un salto mayor. No obstante, este año los equipos están bastante parejos, los llamados fuertes más bien es por tradición y no por sus nóminas, incluso el pitcheo está equilibrado. Cualquier cosa puede suceder», explicó en su diálogo con JR.
Alaín asegura que las fortalezas del conjunto están en el bateo y la defensa. Este equipo lleva varios años produciendo por encima de la media. En esta campaña la línea ofensiva (AVE/OBP/SLU.) de los sureños es de .282/.377/.414.
Reconoce que con el pitcheo sí tienen que trabajar, promedia para 5.75 de efectividad y su WHIP es alto: 1.72. Tampoco es bueno el promedio de ponches y boletos por cada nueve innings, 4.65 y 4.43, respectivamente.
«Nuestra rotación abridora está compuesta por cuatro lanzadores: Carlos D. Ramírez, Yasiel Morales, Adrián Bueno y Hermes González». De Adrián habla elogios después de sus resultados en el sub-23 y la buena impresión dejada en la temporada pasada de los mayores.
Como cerrador cuentan con el novel José Andrés Córdova, otro muchacho de futuro, y el bullpen, en el que aparece el experimentado Leorisbel Sánchez, se completa con otros prospectos.
Para que el staff se ponga a la par de los demás departamentos, la estrategia trazada se enfoca en mejorar la concentración de los lanzadores, sobre todo a la hora de los pitcheos para definir, y que tácticamente sepan utilizar diferentes variantes en cuanto a comando y situaciones de juego.
En su más reciente subserie los Elefantes les ganaron dos partidos a los subtitulares de Las Tunas. ¿Será que sus patadas les darán en pleno rostro a todos los que no los incluimos entre nuestros favoritos para llegar al menos a la serie de comodines?