La espirituana Yamara Amargo constituye una bujía para su equipo. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/02/2018 | 07:18 pm
En los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, la selección cubana femenina de baloncesto terminó en el sexto lugar. Entre las antillanas sobresalió la ausencia de Leonor Borrell, una de las mejores jugadoras de la historia de este deporte en nuestro país. La villaclareña se perdió la cita estival al quedar embarazada de su hija Denise. En aquel momento, su decisión no fue aprobada por muchos, sin embargo, Leonor nunca se arrepintió de su medalla olímpica, como se refirió a este redactor sobre su hija.
Cuando a Borrell le ocurrió eso, tenía 32 años, la misma edad que hoy posee la espirituana Yamara Amargo, basquetbolista que en 2016 causó baja de la selección nacional por estar en gestación y se vio imposibilitada de asistir al Preolímpico de Nantes, Francia. Después de dos años, la yayabera retornó a las duelas y hoy es una de las principales almas de Sancti Spíritus en la Liga Superior femenina.
«No estoy completamente bien, he ido acoplándome poco a poco tras estar par de años fuera a causa de mi embarazo. En estos momentos tengo el cuerpo débil por un estado gripal que estoy pasando y eso me ha limitado un poco para tener un mayor protagonismo a la ofensiva en los últimos partidos.
«Estoy haciendo lo que puedo para ayudar a mi equipo, pues estamos entre las cuatro primeras del torneo y las muchachas tienen muchas ganas de estar en la final y juegan para eso con gran actitud. Por estos días estamos debilitadas en rebotes, pues tenemos a Marlene Cepeda lastimada de un hombro, pero existen jóvenes figuras como Eilen Gilbert y Enriqueta Neira que van supliendo esa carencia», declaró a JR la jugadora tras la victoria de su conjunto ante Guantánamo en la Sala Polivalente habanera Ramón Fonst.
Teniendo en cuenta su notable rendimiento en este evento, le preguntamos sobre un hipotético retorno a la selección patria. «No te voy a engañar, no estoy tan motivada para volver al conjunto nacional por cosas que ocurrieron conmigo y que se pudieron evitar. Al salir embarazada en 2015 me dieron la baja de la selección y considero que esa no era una razón para sacar a una jugadora del equipo Cuba. Creo que merezco una reunión para analizar lo que sucedió conmigo y después tomaré decisiones».
Sobre lo especial del momento en que se enteró que sería madre nos comentó que fue una experiencia muy bonita, al ser algo que no esperaba. Estaba entrenando un día, haciendo pesas, y de pronto le dio un mareo. Llamó al médico para que la analizara y le dijo que contaba con 13 semanas de embarazo aproximadamente. «Llegó en un momento complicado, pues nos encontrábamos preparándonos para el Preolímpico, pero decidí que no podía esperar más para tener un bebé.
«Estoy demasiado contenta con mi niño Antuan, ser madre es lo más lindo que tiene una mujer en la vida. He sabido llevar esta nueva experiencia de lo más bien, he trasladado a mi niño a las provincias donde he jugado. Pensé que eso me iba a salir mal, pero ha sido todo lo contrario, pues se relaciona con todas las muchachas del equipo, es muy sociable», aseveró visiblemente alegre Amargo, quien en su momento fue considerada la mejor de Cuba, al igual que Leonor.