Foot cover de Noticia Autor: Juventud Rebelde Publicado: 02/02/2018 | 02:39 pm
GUADALAJARA.— De los cinco equipos en competencia, el de Cuba es el que menos lanzadores incluyó en la nómina, solo 11, y la mayoría abridores. Esa ha sido, tradicionalmente, la filosofía a la hora de conformar una selección de béisbol en nuestro país, pese a que en las últimas presentaciones internacionales se han notado flaquezas en el bull pen.
En las pasadas cuatro ediciones de la Serie del Caribe a la que han acudido representantes de nuestra ínsula en calidad de invitados, nunca se han escogido más de 12 pitchers. La media es la misma cantidad de ahora.
También eso obedece a una forma de entender y asumir el juego de pelota. En la región del Caribe se estila que los abridores trabajen cerca de cinco o seis innings y después utilizan estabilizadores, preparadores y cerradores. Es usual que empleen cuatro serpentineros por cada partido; en Cuba, sin embargo, se estira al iniciador todo lo más que se pueda, a veces hasta que explota y después es que suben los apagafuegos, cuando la candela intenta consumir una posible victoria.
Los Alazanes de Granma disponen de dos relevistas especializados: el experimentado Miguel Lahera y el novel Raidel Martínez. Según ha dicho Carlos Martí, el mentor, el primero para las entradas previas al noveno, y el segundo para poner los tapones.
Como intermedios están disponibles Alaín Sánchez (anunciado previamente como cuarto abridor) Yoalkis Cruz, Leandro Martínez, Yanier González, Ulfrido García y Luis Ángel Gómez, todos acostumbrados en sus respectivos equipos de la temporada cubana a asumir la función de abridores. De ellos, Lahera es el más experimentado, con tres asistencias a este tipo de certámenes regionales.
Expertos consultados por JR aquí coinciden en que las Series del Caribe se ganan generalmente con buen pitcheo y defensa hermética.
Para que se tenga una idea de la importancia que los demás elencos le otorgaron al bull pen, las Águilas Cibaeñas y los Tomateros de Culiacán traen 14 pitchers cada uno, mientras los Caribes de Anzoátegui y los Criollos de Caguas, optaron por 15.
Cualquiera podría pensar, según las lógicas cubanas, que son muchos; pero de acuerdo a las estrategias modernas del béisbol, esa cifra es lo recomendable, y para un torneo tan breve como este, mientras más profundo sea el bull pen mayores opciones tendrán los equipos para cada situación de juego.
Algunos conjuntos decidieron reforzar sobremanera su staff y sustituyeron jugadores de cuadro por lanzadores. Claro, tienen atletas muy versátiles, que lo mismo se desempeñan en varias posiciones del cuadro que del outfield, lo que no es muy usual en Cuba.
La Serie recién comienza. Esperemos que la estrategia cubana rinda frutos, aunque sigo pensando que me faltan lanzadores y me sobran jugadores.