El habanero Jorge Moisés Campos se colgó cuatro medallas doradas en el Campeonato Nacional. Autor: Tomada de su perfil de Facebook Publicado: 21/09/2017 | 06:59 pm
Probablemente, entre algunas notas sorpresivas que marcaron el recién concluido Campeonato Nacional de tenis de mesa, celebrado en la Sala Amistad de Villa Clara, resalte el revés sufrido por el habanero Andy Pereira, raqueta número uno de Cuba. Pereira, con amplia experiencia en el panorama internacional y favorecido desde hace más de un lustro con una beca en Europa, no pudo derrotar a su coterráneo Liván Martínez, quien terminó rindiéndolo por el pase a la discusión del oro, según informa desde la sede el colega Luis Salabarría.
Pero el ímpetu del bisoño Martínez fue apagado por el también capitalino Jorge Moisés Campos, quien se acomodó en su cuello el metal áureo, tras su victoria por 4-2, e igualmente fue elegido el mejor atleta del evento, al conquistar tres títulos más en el binomio masculino, el doble mixto y en el torneo por equipos. En la rama varonil, los tres exponentes que intervinieron en el Campeonato Mundial de Dusseldorf concluyeron en el podio de premiaciones, pues al subcampeón y al bronce Pereira, se le sumó el zurdo matancero Yohan Mora.
En el single femenino puede que haya existido cierta dosis de asombro, con la derrota por el cetro de la talentosa habanera Idalys Lovet por 1-4 ante la experimentada pinareña Lisi Castillo, pero la realidad puso de manifiesto que la actual reina de Cuba ha aprovechado sobremanera su estancia en un club peruano, que le ha permitido demostrar que su carrera deportiva no está terminada y que a sus 32 años no se le quita el sueño de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en lo que sería su debut a este nivel.
De modo general, a La Habana se le escaparon solamente las diademas en el torneo femenino individual y en el doble de ese sexo, algo que no imposibilitó que concluyera en la cima del medallero (5-4-1), perseguida por Matanzas (1-2-5) y Pinar del Río (1-0-2), según las palabras del colega Salabarría.
Durante la justa trascendió que Santa Clara podría ser una potente anfitriona para acoger en 2018 el Campeonato Internacional del Caribe, que ofrecerá cupos para la cita regional de ese año en Barranquilla. «Villa Clara es una plaza con fuerza y tradición en el ping-pong en todas las categorías, además que contó con figuras de la selección nacional. La Sala Amistad tiene historia en esta disciplina, acogió dos Olimpiadas del Deporte Cubano y es una sede estratégica y atractiva para el evento caribeño», declaró Bárbaro Oliva, comisionado nacional del deporte.