Yosvani Torres pudiera ser el abridor del histórico partido. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:28 pm
Por la enorme carga de simbolismo que encierra, el partido de hoy sobre una renovada grama del estadio Latinoamericano emerge como uno de los clímax más altos en el torrente de acontecimientos generados por la visita del presidente Barack Omaba, quien asistirá al Coloso del Cerro.
Algunos, con justificadas razones, vimos en un principio la llegada de los Tampa Bay Rays a La Habana como una puerta al futuro, por más que las leyes que sostienen el bloqueo económico y financiero de Estados Unidos contra Cuba van perdiendo gas con el paso del tiempo. Sin embargo, es una realidad que no tendremos, al menos por ahora, un 22M para la pelota.
Temprano en la mañana, quienes —se supone— deben acordar el flujo ordenado y sin riesgos de peloteros cubanos hacia las Grandes Ligas (MLB, por sus siglas en inglés) les dieron la cara a los medios de comunicación sin noticias alentadoras. Complicada fue la palabra más socorrida para ilustrar una negociación que, todo sea dicho, no depende de los hombres de béisbol. La dijo Rob Manfred, comisionado de la MLB, convencido a su vez de que el béisbol está en la sangre de estadounidenses y cubanos, y es un inmejorable puente para unir a dos pueblos que viven el juego con extrema pasión. La repitió su colega Tony Clark, quien maneja los hilos de la poderosa Asociación de Jugadores, también la utilizó Heriberto Suárez, director nacional de la disciplina en la Isla, y recurrió a ella Higinio Vélez, presidente de la Federación local.
Todos, a su forma, intentaron demostrar que existe la voluntad para aprovechar el momento, al menos desde la arista deportiva del asunto.
Una cosa sí quedó clara: Cuba no aspira a privilegios para sus jugadores, solo pretende que no se vean obligados a abandonar su tierra, su familia —con los no pocos peligros que ello implica— para cumplir el sueño de jugar en las Grandes Ligas.
La misma postura la ratificó Yosvani Torres, para quien es una realidad que hay quien sueña con jugar en el mejor béisbol del mundo, pero no todos están dispuestos a renunciar a su nacionalidad para lograrlo. El diestro vueltabajero es uno de los posibles abridores del duelo de esta tarde, pues el mánager Víctor Mesa aún no lo tenía todo claro. Por más que se ha dicho que será el zurdo Matt Moore el elegido para la apertura visitante, el estratega de los Cocodrilos anunció sendas alineaciones. Contra derechos formaría con Roel Santos en el jardín central, Yordan Manduley en el campo corto, Yosvani Alarcón como designado, William Saavedra en la inicial, José Adolis García patrullaría el jardín derecho, Yurisbel Gracial en tercera, Yunior Paumier en la intermedia, Frank Camilo Morejón detrás del plato y Denis Laza en el jardín izquierdo. De lo contrario, Stayler Hernández ocuparía el segundo turno en la posición de Laza, por detrás Guillermo Avilés como designado, y luego Alexander Malleta defendería el primer cojín. Acto seguido, José Adolis, Paumier, Gracial, Manduley y Frank Camilo, todos en la misma posición. La otra alternativa abridora recaía en Freddy Asiel Álvarez.
Lo que sí tenía definido Víctor era la táctica a emplear. «Si ellos rotan constantemente, es su decisión. Nosotros vamos a salir a ganar, pues para aprender hay otros escenarios», dijo.
En ese sentido, Yorbis Borroto, capitán del equipo cubano, recordó que a ningún cubano le gusta perder, por eso el equipo está dispuesto a demostrar que está preparado, física y mentalmente, para medir fuerzas con un equipo de tanto nivel y luchar por la victoria.
Menos enfocado en la trascendencia del desenlace se presentó Kevin Cash, timonel de los Rays, sumamente agradecido por la oportunidad de participar en el histórico acontecimiento. La visita tendrá la deferencia de colocar al agramontino Dayron Varona como su primer hombre en el cajón de bateo, y junto a él aparecerían Brad Miller (SS), Evan Longoria (3B), Corey Dickerson (BD), Logan Forsythe (2B), Kevin Kiermaier (CF), Desmond Jennings (LF), James Loney (1B) y René Rivera (C).
De izquierda a derecha, Heriberto Suárez, Higinio Vélez, Rob Manfred y Tony Clark. Foto: Juan Moreno
Para Cash, una de las tantas cosas positivas que genera este viaje es la posibilidad de que sus muchachos cambien la rutina diaria en el spring training, y coincidió además con las palabras de Stuart Stemberg, principal dueño de la franquicia floridana, cuando expresó que «a pesar de que llevamos muy poco tiempo aquí, es suficiente para comprobar que compartimos la misma pasión por el juego, y esperamos cumplir con las expectativas de los fanáticos».