Gil (derecha) con su discípulo Larduet. Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 21/09/2017 | 06:14 pm
TORONTO.—Es el entrenador más joven de todos los que estuvieron en la competencia de gimnasia artística. Es también el más joven de los que trajo Cuba a estos Juegos. Con solo 30 años de edad, Carlos Gil ha sido el artífice de que un atleta masculino de ese deporte volviera a lo más alto de un podio en este tipo de citas panamericanas.
La alegría por haberle devuelto esplendor a la gimnasia artística cubana le apura las palabras, que salen como en cascada. Sus colegas de otros países lo felicitan.
—¿Cómo llegaste a ser tan joven el entrenador principal de la selección masculina?
—Con esfuerzo, poniéndole corazón, alma y empeño a mi trabajo diario para tener resultados. Me dolía tanto que la gimnástica estuviera por el suelo, yo llevo este deporte en la sangre, hablo todo el tiempo de él. Lo gozo y lo sufro.
—¿Lo practicaste alguna vez?
—El primer regalo que me hicieron mis padres fue un guante y una pelota. Querían que fuera deportista. Me presenté a una prueba para natación y me desaprobaron porque era chiquito. Les doy mil gracias a los que me rechazaron, gracias a eso me captaron para la gimnasia, pero a los 15 años sufrí una lesión y hasta ahí llegó mi carrera como atleta.
«Mi entrenador en Santa Clara, Juan Carlos Fonseca, se sentó conmigo y me dijo: “No te vayas de la gimnástica, tú puedes ser un gran preparador”.
«Así empecé a tener resultados en la base. Luego, ya en la Escuela Nacional, con la categoría infantil y juvenil, hasta que en 2012 ya estaba en la selección nacional y después me dieron esta responsabilidad. Pero no ha sido fácil, ha habido incomprensiones, el maldito prejuicio de algunos con los jóvenes».
—¿Satisfecho con los resultados aquí?
—Imagínate, desde Santo Domingo 2003 no se lograban medallas. Pasaba casi lo mismo en los Centroamericanos y del Caribe desde Maracaibo 1998. Y lo logramos, aunque los jueces se extremaron ahora. El miércoles, Manrique hizo una ejecución casi perfecta en la barra paralela y no le dieron el oro».
—¿Entonces Manrique es el relevo de Erick López?
—Se puede decir que sí, pero no solo de Erick, también de los que estuvieron antes y dieron muchas medallas para nuestro país.
—Mencionaste a Santa Clara, ¿eres de allá?. Esa ciudad cumplió este 15 de julio 326 años de fundada.
—Esa es mi tierra. A Santa Clara le debo mucho, la llevo siempre en mi corazón. Vivo orgulloso de ser pilongo. A mis coterráneos les regalo estos éxitos de la gimnástica. Que brinden por nosotros, que yo desde Toronto lo hice por ella, y por su gente, que es mi gente.