La entrada de Osvaldo Vázquez le dio oxígeno a Ciego de Ávila. En general, los cambios le salieron bien al mentor Roger Machado. Autor: Alex Castro Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
Los Cocodrilos de Matanzas salen bien librados de todas las «emboscadas», para mantenerse en la cima de la tabla de posiciones. Los Alazanes de Granma continúan triturando a los lanzadores rivales para solventar el declive de los suyos, y así conservan su espacio en el pelotón de vanguardia. Pero sin duda alguna, la sensación del momento son los Tigres de Ciego de Ávila, que desde la reanudación de hostilidades no han parado de devorar a cada una de sus presas.
Los aficionados de la tierra de la piña andan quejosos —con sus razones—, porque la actuación de los suyos no ha trascendido a través de la magia de la televisión. Sin embargo, eso no ha hecho que su impresionante ritmo pase inadvertido, y si yo fuera hoy uno de sus fans, preferiría mantenerlos alejados de las cámaras. Por aquello de los malos ojos…
Lo cierto es que, con o sin transmisión televisiva, los dirigidos por Roger Machado llevan siete triunfos de forma sucesiva, desde que el 22 de febrero cedieron frente a los Cachorros holguineros.
Además, me recordaba hace poco el colega Youri Santana que la tropa avileña ha ganado 16 de sus últimos 21 enfrentamientos, y su balance en la segunda etapa del torneo es de 20 triunfos en 30 presentaciones, los mejores números de los ocho candidatos al trono. Con eso les ha bastado para imponer su ley en sus siete subseries más recientes.
Por eso, con total convicción, hay que decir que sobre los Tigres de Ciego de Ávila están puestos todos los reflectores. Son protagonistas de un resurgimiento notable, pues entraron al presente tramo por la puerta del fondo —apenas un triunfo más que el último clasificado— y aparecen ahora como uno de los candidatos de fuerza para anclar en la postemporada.
El cambio de cara es la suma de muchos de esos poquitos necesarios para mantener un desempeño equilibrado. Ofensivamente, los avileños presentan el segundo mejor promedio colectivo en esta fase, pues su .303 solo es superado por el impresionante .330 de Granma. El ajuste en el cajón de bateo ha sido tan acertado, que si en los primeros 45 juegos del torneo conectaron 28 vuelacercas, en la treintena que han jugado después de la clasificación ya van por 30.
En el plano individual ha sobresalido el «destape» de Osvaldo Vásquez, quien compila para .378 de promedio. El enmascarado lleva además seis estacazos de vuelta completa entre sus 14 extrabases, y se erige, por mucho, como el mejor impulsor del equipo con 33 remolques, desde su inteligente colocación en la parte baja del line up.
Se puede decir que casi toda la tanda está «encendida». Desde José Adolis García, líder en hits (101) y con average de .303 en el segmento, pasando por Humberto Morales, Yoelvis Fiss y Yorbis Borroto, todos firmantes de cuatro vuelacercas, cada uno en esta segunda mitad del torneo. De conjunto, suman 49 carreras empujadas.
Gracias a esto, los Tigres han podido batirse a palos con los Alazanes, pero su staff de lanzadores también ha sabido mostrar sus luces, como en su más reciente incursión frente a los Piratas de la Isla de la Juventud.
Poco a poco la recuperación de Vladimir García llena de optimismo al alto mando avileño, pues el diestro ha protagonizado actuaciones relevantes. En cinco aperturas y cuatro actuaciones como relevista en la etapa, presenta balance de 2-1, pero llama enormemente la atención que los rivales solo le batean para .185.
Hasta el momento, Ismel Jiménez ha sido una de las adquisiciones más rentables de la ronda de los «refuerzos», teniendo en cuenta que el espirituano ha ganado cuatro de los cinco partidos iniciados y no ha encajado su primera derrota con la camisa de los Tigres.
Yander Guevara y el también incorporado Alaín Sánchez van demostrando ser escuderos de lujo para una rotación abridora bastante eficiente, que cuenta como respaldo a Yunier Cano, una de las revelaciones del torneo. El muchacho de solo 20 años ha relevado hasta el momento 33 veces y exhibe un impresionante balance de 10-3 —seis éxitos en la presente fase—, para erigirse hasta el momento como el máximo ganador del conjunto.
Para rematar el panorama, desde esta subserie la defensa de Ciego de Ávila es la mejor del campeonato, un motivo más que apuntala la extraordinaria faena.
Quedan, a partir de hoy, cuatro subseries para el corte, y dadas las estrechas diferencias, puede pasar cualquier cosa. No obstante, hago votos para la entrada de los Tigres en la postemporada, y ya en esa instancia, sus garras se pudieran tornar sumamente peligrosas, para deleite del graderío del José Ramón Cepero, y para la entonces garantizada teleaudiencia nacional. Digo, si estas líneas no se convierten en un «mal de ojo»…
Lo que viene
El sostenido paso de los Tigres avileños tendrá a partir de hoy una dura prueba, pues a sus predios llega Industriales para protagonizar un duelo de fieras. Los Azules vienen de encajar par de reveses en el «pantano» de los Cocodrilos matanceros, y saben que estos duelos pueden ser cruciales para sus aspiraciones clasificatorias.
Por su parte, los líderes yumurinos reciben a unos Piratas pineros obligados a sacar un buen resultado en ese pulso vital para no descolgarse de la zona de clasificación.
Obligados estarán los vigentes monarcas pinareños de hacer un infierno el paso de los Alazanes granmenses por Vueltabajo si quieren mantener su opciones de defender el trono, mientras que en Artemisa los Cazadores serán anfitriones de los Cachorros holguineros en un duelo de virtuales eliminados.