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Y pasó un tsunami por Pinar…

El equipo de Pinar del Río protagonizó una hazaña pocas veces vista y aseguró, ante sus miles de fieles congregados en el Capitán San Luis de esta ciudad, un puesto en la disputa por el cetro de la pelota cubana

Autor:

Raiko Martín

PINAR DEL RÍO.— Lo que hace apenas unos días parecía una posibilidad remota, terminó convirtiéndose en la realidad más disfrutada por la afición vueltabajera. Su equipo protagonizó una hazaña pocas veces vista y aseguró, ante sus miles de fieles congregados en el Capitán San Luis de esta ciudad, un puesto en la disputa por el cetro de la pelota cubana.

Salir del Latinoamericano con una victoria que les salvaba momentáneamente de una capitulación ante la imponente banda de Industriales fue crucial. Luego, el éxito del viernes les devolvió la fe en una remontada histórica. Y así, llegó la mágica tarde-noche sabatina en la que tantas gargantas corearon la hazaña.

La estocada mortal cobró más valor porque, además de la desventaja con que llegaron a estas tierras, los discípulos de Alfonso Urquiola salieron al diamante con marcadas limitaciones monticulares. Sin mucho para elegir, el estratega se decantó por los servicios de Erlis Casanova, quien no estaba en el diseño original del staff de abridores.

La historia terminó dándole el crédito, porque el diestro de Consolación del Sur, quien había lanzado poco más de 17 entradas durante la segunda mitad del campeonato, hizo su aparición más trascendental de la contienda. Caminó seis entradas completas espaciando seis imparables y recetando tres ponches a una artillería que se desvaneció en la recta final, anotando apenas dos carreras en sus últimas 18 oportunidades.

Mientras, el refuerzo agramontino Vicyohandri Odelín plantó bandera y sacó pecho para salir de los momentos complejos que él mismo se buscó. Resulta llamativo que un lanzador de su experiencia haya parecido por momentos fuera de concentración, como lo demostraron los dos balks que cometió en su estancia sobre la lomita.

Pero sus errores más fatales no fueron esos. Uno llegó en el final de la cuarta entrada, cuando William Saavedra, a quien parece que en este play off hay que lanzarle por las nubes para evitar sus contundentes batazos, le conectó una línea que terminó más allá de los límites de la pradera izquierda. El otro, cuando en el séptimo capítulo le quitó velocidad a un disparo frente a David Castillo, quien le empujó la carrera que terminaría valiendo una final de campeonato.

Mientras, cada intento visitante de borrar diferencias, con polémicos toques de sacrificio incluidos, terminaba en simples escaramuzas. Pero sobre todo porque, además de la incapacidad de batear con efectividad, fueron presas del desespero y pagaron un precio muy alto por sus arriesgados —el calificativo pudiera ser suicidas— corridos de bases.

Y en medio de tanta tensión acumulada, llegó ese noveno episodio digno de una película de suspenso. Había pasado por el box de los locales el refuerzo avileño Osmar Carrero, premiado por el público después de ese soberano esfuerzo de sobreponerse a sus dolencias para aportar a la causa. La presión pudo más que el deseo del jovencito relevista Liván Moinelo, y a Urquiola no le quedó más remedio que encomendar el destino del equipo primero a Vladimir Gutiérrez y luego a Isbel Hernández, quien permitió el cañonazo de Rudy Reyes para el descuento. Sin embargo, el diestro pinareño se graduó en encumbrados momentos, cuando toda la concurrencia disfrutó en pie del foul fly de Urgellés y la línea de Raiko Olivares con la que murieron todas las esperanzas del elenco capitalino.

Entonces vino la euforia desatada, pero en medio de tanta algarabía hubo tiempo para que Urquiola, antes de ser cargado en hombros, dedicara palabras de agradecimiento a sus muchachos y respeto por el rival. «Fue una semifinal muy dura y todos los jugadores supieron hacer lo necesario para esta remontada que me hace muy feliz, y disfruta ahora todo este pueblo que desde hace algún tiempo esperaba el regreso a la discusión de un campeonato. A toda la afición le dedicamos estos triunfos y ahora vamos a seguir peleando porque esto no ha acabado aquí. Mis reconocimientos para el equipo Industriales que una vez más demostró que es grande y brindó un gran espectáculo», expresó el timonel pinareño visiblemente emocionado.

Así, todo quedó listo para que los equipos de Pinar del Río y Matanzas comiencen las batallas por el trono de la pelota cubana, que comenzarán el próximo lunes en el Victoria de Girón yumurino. Sin dudas, llegaron a esta instancia los dos grandes favoritos y nadie duda que las próximas emociones están garantizadas. Solo queda jugar.

Resultado del Sábado

CAPITÁN SAN LUIS
C H E
IND 0
0
0
0
0
0
0
0
1
1
9
0
PRI 0
0
0
1
0
0
1
0
x
2
6
2
Ganó: E. Casanova (5-5) Perdió: V. Odelín (7-7) JS: I. Hernández (8) HR: W. Saavedra

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