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Rusney Castillo tuvo una tarde perfecta en medio de su pálida campaña. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:29 pm

Algo decepcionados andan los seguidores de los Tigres de Ciego de Ávila, y no solo porque los vigentes monarcas del béisbol cubano no marchen entre los cinco primeros de la presente Serie Nacional. Muchos de ellos nos han escrito razonablemente preocupados, pues los dirigidos por Roger Machado, a pesar de su titularidad, van teniendo hasta ahora la peor de la suertes en el cronograma de transmisiones televisivas del torneo. Un solo partido, el que ganaron durante la jornada inaugural en sus predios, ha trascendido hasta las pantallas de los hogares cubanos.

Lejos de las cámaras y luego de un arranque algo incierto, los avileños se colaron en la llamada zona de clasificación. Y este martes, solo a la vista de su público, consiguieron su decimoséptima victoria en el torneo, con un fulminante KO sobre el mismo Pinar del Río que salió el domingo inspirado del Latinoamericano gracias a una remontada difícil de olvidar para los aficionados capitalinos.

En la tierra de la piña comenzaron delante los tabaqueros con su única anotación del partido, pero la ventaja duró poco más que un pestañazo. Cerrando el primer capítulo llegó el cuadrangular de Fiss con Rusney Castillo a bordo, y un inning más tarde Raúl González disparó doble con los ángulos congestionados para dar luz verde al  banquete de los anfitriones.

Tan bien como al equipo le fue a Rusney, pues protagonizó sin dudas su mejor desempeño en lo que va de campaña. En tarde perfecta, el jardinero avileño bateó cuatro imparables, entre ellos un doble, y remolcó igual cifra de anotaciones. ¿Será el principio de su resurrección?

Otra de las noticias relevantes de la jornada fue la blanqueada con la que Santiago de Cuba recibió en su cuartel general a los hasta entonces líderes cienfuegueros. De lujo fue la faena de Alberto Bicet durante ocho entradas y un tercio de actuación, en la que diluyó los únicos cuatro imparables firmados por los Elefantes sureños.

En la indómita ciudad todo quedó dicho en la tercera entrada, cuando Alexis Durruthy le despachó la bola más allá de las cercas a Noelvis Entenza con dos compañeros en circulación.

Este éxito permitió a las Avispas dejar un poco más atrás en el sótano a los Cazadores de Artemisa, cuyas flechas siguen sin hacer diana. Otra desilusión se vivió en su reestrenado cuartel, donde Villa Clara volvió a soltarse con el madero para seguir afincando su notable recuperación.

De las esperanzas asentadas en el aquilatado staff de lanzadores artemiseños no quedan noticias, y esta vez la víctima fue el olímpico Miguel Lahera, quien en menos de tres episodios soportó ocho imparables —tres de ellos dobles— y cargó con las cinco primeras anotaciones de los Naranjas.

Otro favorito que hizo los deberes fue Industriales, colgado del impresionante desempeño de Irait Chirino. El primer bate de los Azules hizo la «escalera» en cinco turnos con par de dobles, un triple y un cuadrangular. Además de embasarse, el jardinero capitalino ratificó su oportunidad ofensiva con hombres en base, al propulsar a seis compañeros hacia el home.

En otros resultados vespertinos, los Leñadores tuneros dieron un hachazo mortal a las esperanzas clasificatorias de los Indios guantanameros, y ya con la hora límite para la entrega de estas líneas nos enteramos de que los «eléctricos» de la Isla de la Juventud afincaron el paso, con un sufrido triunfo sobre Holguín en el ultramarino Cristóbal Labra, en duelo que se extendió a 13 entradas y definido por un doble de Luis Felipe Rivera en la aplicación de la regla de desempate.

Resultados del miércoles