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Las muchachas jugarán su fase eliminatoria en tierras avileñas y espirituanas. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:16 pm
Una nueva versión de la Liga Nacional de voleibol para ambos sexos ya está casi «cocida» en una nueva salsa que podrá degustarse a partir del próximo 6 de febrero en varias ciudades de la geografía cubana.
Según divulgaron fuentes de la federación cubana, el inminente certamen contará con algunas novedades, y desafortunadamente, no todas para bien del espectáculo.
Esta vez la habitual fecha de estos torneos domésticos coincide con una fase de extrema importancia para la preparación de nuestras selecciones nacionales, cuyo objetivo más inmediato será lograr la clasificación a los venideros Juegos Olímpicos de Londres 2012.
La idea es que las principales figuras lleguen en muy buenas condiciones físicas para afrontar una preparación en condiciones de altura que pudiera efectuarse en Perú o Ecuador.
Luego las muchachas buscarán el boleto olímpico en el torneo eliminatorio de NORCECA que se disputará durante el mes de abril en la ciudad mexicana de Tijuana. En cambio, los varones tendrán su prueba de fuego en una justa similar pactada para el mes de mayo en territorio boricua. En ambos casos solo los ganadores certificarán su presencia en la cita estival londinense.
Así, la venidera Liga Nacional cubana estará animada por nuevas caras repartidas en ocho equipos masculinos e igual cifra femeninos, divididos en las zonas Occidental y Oriental. La fase eliminatoria se extenderá entre el 6 y el 26 de febrero, con las chicas asentadas en las provincias de Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, mientras que los varones lucharán en canchas de Villa Clara y Pinar del Río.
Los cuatro equipos de cada sexo con mejor balance en la ronda clasificarán para la etapa semifinal —entre el 5 y el 11 de marzo—, que tendrá su versión femenina en Camagüey y la masculina en tierras de Vueltabajo. Las dos series finales se disputarán en la capital del país a partir del 12 de marzo.
Esta será una interesante oportunidad para que las figuras más noveles demuestren sus aptitudes sobre el tabloncillo, y para los estrategas constatar la evolución de algunos jugadores con perspectivas inmediatas en el futuro del voleibol cubano.
