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Cuba no acepta injerencias, ni renuncia a construir el socialismo

El Presidente Díaz-Canel visitó este miércoles el municipio de Lajas, en la provincia de Cienfuegos, como parte de sus habituales recorridos por el país. En diálogo con el pueblo ratificó la postura de Cuba ante la política hostil del Gobierno de Estados Unidos

Autor:

Leticia Martínez Hernández

Cuba no acepta injerencias de ningún tipo. Nuestro país no renuncia a su modelo de construcción socialista, que tenemos que perfeccionar, y en medio de las circunstancias más difíciles va a seguir avanzando, subrayó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al intercambiar con el pueblo de Lajas, municipio cienfueguero que visitara este miércoles como parte de sus recorridos habituales por toda la nación.

Luego de conocer la exitosa experiencia del productor cañero Luis Alberto Pérez Ortiz en unas 80 hectáreas, de visitar el central azucarero Ciudad Caracas, que se alista para moler a inicios de diciembre, y de recorrer el barrio en transformación La Planta (antes un asentamiento ilegal), el Jefe de Estado dialogó con varias decenas de lajeros que lo esperaban frente a la sede del Partido municipal.  

El mandatario se refirió a la preocupación que podría existir en algunas personas con los resultados de las elecciones en Estados Unidos; dijo que «para nosotros los resultados de estas elecciones no son resultados nuevos. Era un escenario previsto, era un escenario probable, y nos veníamos preparando para ese escenario».

Existe una relación (Cuba-Estados Unidos) totalmente asimétrica, recordó el Presidente, porque nos han impuesto un bloqueo por más de sesenta años, un bloqueo que en 2019 se recrudeció, con medidas de la administración que va ahora a la Casa Blanca, y que se mantuvieron con la actual, o sea, no es un problema de administraciones.

«Dos administraciones de partidos diferentes han mantenido la misma posición de hostilidad hacia Cuba». En eso, consideró, llevamos todos los años de la Revolución, o sea, que el país está preparado.

«Siempre hemos planteado que no tenemos nada en contra del pueblo norteamericano y que estamos dispuestos a dialogar en igualdad de condiciones con el Gobierno de Estados Unidos», ratificó.

Díaz-Canel fue enfático: en igualdad de condiciones, sin imposiciones, con respeto y, por supuesto, sin nada que afecte nuestra soberanía ni nuestra independencia. Esa es la posición de Cuba.

Es verdad, reconoció ante los lajeros, que hemos sufrido mucho. Cuba ha sufrido un bloqueo perverso y genocida en más de sesenta años, sobre todo en los últimos años hemos sufrido el recrudecimiento de ese bloqueo, con las implicaciones que ha tenido en la vida de las cubanas y los cubanos, con los cortes de electricidad, con la carencia de alimentos y medicamentos.

Pero tenemos la convicción, agregó, de que con resistencia creativa, que no es solo resistir, sino crear —como enfrentamos la pandemia, cuando fuimos capaces de superarla, porque nuestros científicos lograron las vacunas y nuestro sistema social se concentró en salvar las vidas— con esa misma pasión, con esa misma convicción, con el talento de nuestro pueblo, con el heroísmo de nuestro pueblo, vamos a seguir andando.

Sin miedo, aseveró el Presidente, confiados en que con nuestros propios esfuerzos, con nuestro propio talento, podemos salir adelante.

Precisamente, de ese talento y de ese esfuerzo tuvo pruebas en este recorrido cuando conoció al productor cañero Luis Alberto Pérez Ortiz, con quien dialogó a la orilla de uno de los vigorosos sembrados de caña que forman parte de sus 80 hectáreas en usufructo, en las cuales ha logrado rendimiento de 90 toneladas por hectárea.

El campesino, que antes se dedicaba a la producción porcina, lleva cuatro años en el mundo de la caña y explicó al Presidente que el éxito está en el trabajo día a día, en hacer las cosas bien en cada jornada. En ese empeño, lo siguen apenas seis obreros en su finca La Esperanza, donde ha incursionado en el uso de bioproductos.

El Jefe de Estado —siempre acompañado en estos recorridos por el miembro del Buró Político Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido—  se interesó por la zafra en la provincia de Cienfuegos, decisiva para el país, donde molerán tres centrales desde inicios de diciembre hasta marzo, aunque ya el «adelantado» 14 de Julio encendió calderas y comenzó a moler. Este está considerado el más integral de la Isla.

La agenda siguió luego en el central Ciudad Caracas, prácticamente listo para su  arranque el próximo 4 de diciembre. Díaz-Canel reconoció la preparación realizada en su maquinaria e insistió en la necesidad de que los ingenios generen electricidad también fuera de campaña.

Junto a directivos del Partido, del Gobierno y del sector azucarero en la provincia, recorrió el central que tiene completa su fuerza de trabajo, de la que forman parte 51 jóvenes. El Presidente consideró que Ciudad Caracas «es un central bien organizado». Según medios de prensa de la provincia, aquí deben producirse este año 18 mil toneladas de azúcar.

La visita a Lajas continuó luego por el barrio La Planta, un asentamiento antes ilegal, donde se han podido legalizar viviendas, electrificar, proveer de servicios de comunicaciones y rehabilitar casas. El Jefe de Estado dialogó con sus vecinos sobre la necesidad de la participación popular.

Se interesó por los servicios de salud, la bodega, la farmacia y por la escuela más cercana. Habló de la armonía entre los vecinos y de cómo se demuestra todos los días que a pesar de la difícil situación económica se puede avanzar en el bienestar de nuestro pueblo.

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