Pinar del Río y Ciego de Ávila se verán hoy las caras en el juego inaugural. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:15 pm
Después de una larga pausa, en la que usted y yo sufrimos los adversos resultados de nuestra selección nacional en la Copa Mundial y los Juegos Panamericanos de Guadalajara, esta tarde arrancará la serie 51 del béisbol cubano. Ya sabemos que ciertas heridas de amor demoran demasiado en sanar, pero les propongo el camino más corto: pasar la página y empezar de nuevo.
A fin de cuentas, seguimos enamorados de la pelota y frente a ella no podemos ser indiferentes. Claro, hay que ponerse rojo y exigirle cambios, porque hasta la belleza cansa, como dice el refrán.
Por esta vez la estructura no tiene vuelta atrás. Más allá de los análisis económicos, con 17 equipos estamos inflando globos. La principal medida para reducir el abismo entre ofensiva y pitcheo en el béisbol cubano es concentrar la calidad y eso sigue esperando.
Las otras demandas llevan más tiempo y esfuerzo. Para recuperar un trabajo serio en la base hay que motivar a los entrenadores, además de asegurar los recursos imprescindibles: sin pelotas, bates y guantes no se puede jugar.
Así, les propongo una tregua para echar un vistazo a la nueva temporada. Ojo, de este torneo deben salir los hombres que competirán en el próximo Clásico Mundial, del cual nos separan 16 meses.
Fuego en Occidente
Esta vez parece que en Occidente habrá más batalla por la clasificación hacia los play off, pues Industriales y Matanzas vienen ahora con grandes pretensiones.
Los azules fueron la comidilla durante la pasada campaña, tras perderse la postemporada. Pero su nuevo mentor, Lázaro Vargas, asegura que cambiará la historia.
De hecho, Industriales tiene un equipo muy completo, donde la única incógnita está en el pitcheo, lo cual es parejo para todo el mundo. Ahora «ficharon» al zurdo Pável Pino, quien disertó con Metros en la serie anterior.
Lo de Matanzas es harina de otro costal. El polémico Víctor Mesa tiene material para trabajar y además trajo a dos «legionarios» como refuerzos: el veteranísimo santiaguero Manuel Benavides y el espirituano Yasiel Santoya.
Los cocodrilos lucen afilados, aunque también el pitcheo es su debilidad. Veremos cuántos juegos puede ganar Yohan Hernández, ya colado en la preselección nacional.
Los restantes candidatos por una plaza en cuartos de final son Pinar del Río, Cienfuegos y Sancti Spíritus, sin descartar al debutante Artemisa.
Pinar saldrá con la etiqueta de campeón, que suele pesar bastante. Además, Juan Castro estará al frente de la nave y los cambios de manager siempre generan suspicacias.
Los verdes necesitan un buen aporte de sus principales jugadores: Donald Duarte y Yosvani Peraza. Este último estuvo a media máquina el pasado año.
Hay que ver también cuánto rinden ahora William Saavedra, Lorenzo Quintana, Yosvani Torres y Julio Alfredo Martínez, artífices del triunfo conseguido en la Serie de Oro. Si responden de nuevo, Pinar estará otra vez en la pelea por el cetro.
Cienfuegos y Sancti Spíritus no deben tener ningún problema para llegar hasta la postemporada. Los «elefantes» perdieron a Yasiel Puig, pero recuperaron a Pável Quesada y a Edwin Vassel, mientras a los «gallos» solo les falta mentalidad ganadora.
Quizá con Ruperto Zamora al mando las cosas funcionen mejor, pero eso está por verse todavía. De momento, son serios candidatos, aunque nadie se quemaría por ellos.
Otra apuesta arriesgada es la de Artemisa, que quiere colarse en el pastel a base de pitcheo. Sin embargo, sus lanzadores de puntería deben justificar esas expectativas, porque el año pasado casi todos se quedaron en deuda.
En Mayabeque también hay optimismo, aunque para ellos la pelea será más dura. Ojo con Rogelio Quesada, una de las grandes promesas del pitcheo cubano.
Este muchachón de 18 años tiene un gran físico y bajo la tutela de Javier Gálvez puede triunfar muy pronto. Le aviso: no lo pierda de vista.
Sobra decir que Metropolitanos jugará con muchos ojos encima, después de salvar el pellejo cuando parecía en la guillotina. Pero los rojos de la capital esta vez tienen una mejor nómina y van a guapear bastante. Paradojas de la vida.
Por último, La Isla parece un electrón suelto. Con 11 novatos, cinco de ellos en el pitcheo, el equipo pinero tiene el perfil más bajo.
¿Todo cuadrado en Oriente?
A diferencia de Occidente, en el Oriente todo parece «cuadrado» antes de empezar. Ciego de Ávila, Villa Clara, Guantánamo y Santiago pintan como los posibles clasificados sin mucha discusión.
Los santiagueros se perdieron la postemporada el año pasado, pero eso es algo raro, como un eclipse, que no debe ocurrir dos veces seguidas.
Ahora recuperaron a Edilse Silva y Michel Gorguet, dos recios bateadores que compactan la alineación.
El cuerpo de lanzadores se fortaleció con la puesta en forma de Yaumier Sánchez y Osmel Cintra, quienes estuvieron lesionados en la serie anterior. Así, el mentor Alcides Sánchez se estrenará con menos dolores de cabeza.
Nadie duda que Ciego y Villa Clara estarán en los play off. Otra cosa sería una catástrofe. Mientras, Guantánamo debe enrumbarse con la mejoría de sus lanzadores, sobre todo tras la recuperación de Alexander Rodríguez.
El resto es pura fantasía. Granma tiene ausencias notables y le costará trabajo avanzar. Llegar otra vez a semifinales ahora parece un sueño.
Las Tunas luchará con sus problemas de siempre: pitcheo y defensa. Finalmente, Holguín y Camagüey intentarán dar la sorpresa.
Por cierto, los agramontinos tienen el reto de arrancar bien, pues en los últimos años se les ha ido el tren durante el primer tercio del campeonato.
En fin, veremos cómo se presenta cada conjunto en el terreno. A partir de ahora terminan las especulaciones y comienza a escribirse la verdadera historia.