El saque ofensivo influyó en las buenas faenas frente a Corea del Sur la pasada semana. Autor: FIVB Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
PARÍS.— La selección cubana cumplió este martes su primera jornada de entrenamiento en esta ciudad, donde el próximo viernes enfrentará a Francia en partido correspondiente al grupo D de la Liga Mundial de voleibol.
El equipo bajo las órdenes de Orlando Samuels arribó a la Ciudad Luz al anochecer del lunes, tras una larga travesía desde Corea del Sur que rozó las 12 horas. Después del necesario descanso, el estratega comenzó a preparar la decisiva serie frente a los galos, que pudiera despejar la clasificación hacia la final de Polonia.
De ahí que, concluida la sesión matutina de entrenamiento, el colectivo técnico remarcara a los jugadores la necesidad de ganar los dos partidos —el domingo se jugará en Montbeliard—, y de hacerlo lo más cómodo posible.
Como antecedentes se presentan los dos duelos anteriores jugados en las ciudades de Tours y Toulouse, ganados por los nuestros, aunque con alguna resistencia del otro lado de la net. «Ellos tienen varios motivos para buscar ahora al menos un triunfo, y harán todo lo posible por lograrlo», reflexionó junto a sus pupilos el técnico cubano. Y no le falta razón.
Matemáticamente, los galos no están eliminados. Sin embargo, solo una actuación perfecta en lo que resta de torneo los llevaría a superar por una unidad los 15 puntos acumulados hasta ahora por el elenco cubano, que tras su barrida «asiática» escaló al segundo lugar de la llave.
De todas formas, los franceses tendrían que esperar un imposible descalabro radical de sudcoreanos y cubanos para soñar.
Sin embargo, sus objetivos más inmediatos son sumar la mayor cantidad de puntos para evitar los últimos lugares del escalafón, y así la siempre molesta «repesca», reservada para aquellos que deben jugarse la permanencia en el próximo torneo. Por ahora, solo le sacan una rayita a Japón, que es el segundo peor equipo del certamen.
En contraste, las necesidades cubanas van más allá de sumar su quinta victoria consecutiva, cadena que comenzó a eslabonarse precisamente frente a los franceses. El verdadero valor del triunfo en esta Ciudad Luz pudiera traducirse en un boleto hacia la final, algo que se veía difícil durante los primeros compases de la Liga.
Aun cuando el equipo ha mejorado en varios aspectos de juego, e individualmente las principales figuras han asumido el rol protagónico, queda mucho por hacer para poder luchar, con lo que tenemos, en una final contra los grandes.
Por eso, durante el primer acondicionamiento en la capital francesa se hizo hincapié en la concentración, además de realizar trabajos específicos para mejorar el recibo y el saque, dos aspectos que influyeron en las buenas faenas frente a Corea del Sur la pasada semana.
Para Samuels «el grupo ha crecido a lo largo del torneo, se ve más compenetración entre los jugadores y psicológicamente están mucho mejor que cuando empezaron. Hay jugadores jóvenes y debutantes, con los cuales hemos trabajado para que se superen, y algunos resultados ya se ven sobre la cancha».
De momento, no se vislumbran movimientos en la formación titular, aunque la incorporación de Isbel Mesa suma opciones por el centro, y el deficitario aporte del opuesto Fernando Hernández hace pensar en una posible variante si fuera necesario.
No obstante, el colectivo técnico tendrá hasta la noche del viernes para definir el sexteto que buscará el triunfo sobre la cancha del Palacio Omnisport, ubicado en la populosa Rué de Bercy. Solo después de eso podremos conocer con certeza el valor de nuestro paso por París.