Donald Duarte (izquierda) y Lorenzo Quintana han inspirado a Pinar del Río. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
Sin un claro favorito, hoy comienzan las semifinales en la serie 50 del béisbol cubano. Los duelos Cienfuegos-Pinar del Río y Ciego de Ávila-Granma no estaban en los pronósticos de nadie cuando arrancó el campeonato.
Los «elefantes» cienfuegueros han sido el mejor equipo a lo largo del torneo, incluida la fase de cuartos de final, cuando desbancaron a La Habana con todo su pitcheo en solo cinco partidos. Ahora de nuevo abren en casa, frescos como una lechuga, y tienen muchas papeletas para seguir hacia delante.
El alto mando de Cienfuegos ha barajado muy bien sus cartas. Además de mover con acierto su pitcheo, probó jugadas de todo tipo, desde el «corrido y bateo» hasta aquel famoso zqueeze play con las bases llenas.
No importa si salieron bien o mal, pues al menos se nota el movimiento. La pelota tiene mil variantes y en Cuba últimamente solo jugábamos al batazo.
Otro mentor que exprime a sus jugadores es el pinareño Alfonso Urquiola, quien ha llegado lejos con una estrategia bien simple: ganar hoy, mañana veremos.
Esta noche su hombre en el box pudiera ser Vladimir Baños, más descansado que Yosvani Torres. Pero uno y otro necesitan apoyo de la ofensiva, pues todos los días no se puede ganar con dos carreras.
La historia dice que Pinar siempre ha sido superior a Cienfuegos en los duelos particulares. Aquí incluyo la única vez que chocaron en play off, hace ocho años, aunque aquella porfía se decidió en el último partido.
Por cierto, en esa ocasión Adiel Palma ganó los dos juegos de Cienfuegos, ambos frente a Pedro Luis Lazo. En cambio, Norberto González cayó dos veces.
Pero este año Norberto ha sido un coloso y Pinar ya no cuenta con Lazo, así que la película es diferente. La serie entre ambos equipos quedó igualada a tres triunfos por bando durante la etapa clasificatoria, con idéntico acumulado de 24 carreras para cada uno.
Veremos cómo se plantan los dos conjuntos en el terreno, pero seguramente la semifinal de los tonos verdes será muy disputada. ¿Qué me dicen?
Visa para un sueño
También el duelo oriental, entre Ciego de Ávila y Granma, promete muchas emociones. Ambas novenas buscan visa para un sueño, porque ninguna ha vivido la emoción de discutir el campeonato.
Según el archivo de nuestro estadístico Benigno Daquinta, históricamente los granmenses dominan el duelo bilateral, aunque nunca se han enfrentado en postemporada. Para más señas, este año la banda de «los tres Villalobos» le ganó la serie 4-2 a sus rivales.
Sin embargo, Ciego tiene la ventaja de abrir y terminar en casa, lo cual aumenta sus posibilidades. Además, los avileños llegan muy motivados al duelo después de la remontada histórica sobre Villa Clara.
Individualmente, Vladimir García aprobó por fin su examen pendiente en postemporada, tras ganar el crucial partido del domingo pasado contra los naranjas. Un pitcher con esa calidad iba a borrar los fantasmas tarde o temprano, solo había que darle confianza.
Aquí se medirán los dos equipos más bateadores del torneo, aunque los granmenses sacan ventaja a la hora de conectar extrabases. No obstante, Ciego es un equipo más maduro y compacto en todas sus líneas, con una defensa de lujo.
En fin, me arriesgo a vaticinar una final inédita entre Cienfuegos y Ciego de Ávila. Vamos, dígame si de verdad usted no ha pensado lo mismo.