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De izquierda a derecha: Dariel García, tiro con arco; Santa Virgen Romero, judo y Jeans Rodríguez Sardiñas, béisbol. Autor: Daniel Anaya Publicado: 21/09/2017 | 05:00 pm

«De chiquito, no se vale», reza un viejo y simpático adagio, pero todo lo contrario se demostró en la recién concluida edición 46 de los Juegos Escolares Nacionales.

Con sus ansias de triunfo y veloces reacciones, propias de chicos menores de 17 años, los 3 742 participantes fueron una muestra indiscutible de que no se agota la cantera del movimiento deportivo cubano.

Estos muchachos se desarrollan con la mirada puesta fundamentalmente en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Recuérdese que la gran mayoría de nuestros monarcas olímpicos y mundiales provienen de los Juegos Escolares.

La edición de este año tuvo 23 disciplinas. Las palmas fueron otra vez para Ciudad de La Habana, sempiterno monarca, que se agenció el sitial de honor con 840 puntos, seguida por Santiago de Cuba (721) y Villa Clara (698).

Ecos del talento

Con un verdadero portento físico cuenta el béisbol tunero para próximas campañas. Se trata del talentoso primera base Jeans Rodríguez Sardiñas, quien tiene 16 años, mide 1,90 metros y pesa 100 kilogramos. Según nos han contado, conecta enormes batazos que podrían ser firmados por cualquiera de nuestros sluggers en la serie nacional.

Por demás, Jeans fue seleccionado este año el atleta más destacado en deportes con pelotas. Ese envidiable somatotipo y su fuerza a la hora de hacer el swing, levantaron al graderío del estadio Julio Antonio Mella, en Las Tunas, donde pegó cuatro cuadrangulares.

«Yo nací en Bayamo, y allí mi primer profesor fue Eloy Pozo. Pero actualmente radico en Las Tunas y me entrena Reynaldo Infante. A ellos les debo mis buenos resultados en todos los Juegos Escolares en que he participado, pues siempre me inculcaron que la disciplina en los entrenamientos era suficiente para convertirme en un buen pelotero», comentó Jeans a JR.

Este chico, quien desde los nueve años lo único que ha practicado es béisbol —algo inusual en estas edades—, terminó como líder impulsador del torneo, con 17 remolques, vitales para que su colectivo conquistase la medalla de bronce. Y además del cuarteto de vuelacercas, firmó tres dobles y un triple.

Sin embargo, los lanzadores rivales le recetaron cinco ponches. «Debo mejorar en el tacto, pero eso es algo que se aprende con el paso del tiempo, el juego diario y sobre todo con mucho entrenamiento. Además, quiero bajar algunos kilogramos de peso para poder desplazarme mejor en las bases», reconoció.

Jeans admira al jardinero granmense Alfredo Despaigne, oriundo de Santiago de Cuba. «Ya cumplí mi primer sueño, pues estoy en la preselección nacional 15-16 años que se prepara para el Campeonato Panamericano de México, en octubre. Estoy seguro de que puedo hacer el equipo. Más adelante, quisiera estar con Las Tunas en una Serie Nacional», explicó.

Entonces, ¿podría quitarle el guante —y el bate— al jonronero tunero Joan Carlos Pedroso? Esperemos.

¡Virgen santa!

Con solo 15 años, la judoca santiaguera Santa Virgen Romero dejó boquiabiertos a los espectadores que se dieron cita en la sala techada de la Facultad de Ciencias Médicas Mariana Grajales, en Holguín. No creyó en nadie y sus ocho triunfos fueron por ippon en la división de +72 kilogramos.

Esa potencia, basada en sus fuertes halones, así como la transparencia de sus proyecciones, le tributaron el título en esta justa y la nominación de atleta más destacada en deportes de combate. Y como conocen nuestros lectores, aquí es un verdadero dilema alzarse con este galardón.

«Estos fueron mis segundos Juegos Escolares. Sabía que sería bien difícil ganar, pero entrené muy fuerte y conseguí el objetivo», expresó Romero.

Su judoguis sudó copiosamente, pero ella no dio ni pidió tregua a sus rivales sobre el colchón. Merecido triunfo a tanta dedicación.

«Mis padres me inspiraron a practicar judo, en especial mi papá, quien fue luchador. Los primeros pasos los di en el gimnasio Hiroshima, con los profesores David Bistel y Oscar Casanova. Ahora estoy en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) santiaguera y entreno con Rudy Cabrales. Mi gran salto en este deporte fue la medalla de plata en el Campeonato Pioneril 2006-2007», enfatizó.

«Esa actuación me dio confianza y fuerza para seguir en este deporte. Mi gran sueño es matricular este año en la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) nacional y, con mayor esfuerzo, ser seleccionada para integrar la matrícula del Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento (CEAR) Cerro Pelado. En un futuro, quisiera tener la calidad de Driulis González y Sibelis Veranes», acotó.

«Mis mejores armas en el combate son el seoi-nage (técnica de hombros) y el harai (técnica de piernas). Para mejorar mis resultados, debo enfatizar en la resistencia y terminar la pelea sin cansancio».

¿Bate o arco?

Al joven arquero espirituano de 17 años, Dariel García, solo se le escaparon dos títulos en estos 46 Juegos Escolares. Por eso, su palmarés de cinco medallas de oro, incluidos tres récords nacionales, le bastaron para ser seleccionado el atleta más destacado en los deportes de tiempos y marcas.

García es uno de los tantos ejemplos de jóvenes que triunfan en un deporte tras ser «rechazados» en otros. Como la mayoría, comenzó en el béisbol.

«Yo quería ser pelotero en mi natal Taguasco, pero cuando fui a hacer las pruebas de captación, los entrenadores me dijeron que era muy pequeño de estatura. Entonces, el profesor Pedro Alexis me aceptó en el tiro con arco», refirió.

Así, la familia de este deporte se alegra de esa «curva» que le tiraron al joven en Taguasco, pues adquirió a un talento que acaba de imponer nuevas cotas en la distancia de 50 metros, la vuelta FITA y el concurso por equipos.

En efecto, García es pequeño y delgado, pero sabe que la constancia y dedicación son claves para clavar las flechas en la zona del blanco que brinda las máximas calificaciones.

«Estos son mis cuartos Juegos Escolares. En la pasada edición, obtuve más medallas (4-2-1), pero un título menos. Dediqué mucho tiempo y esfuerzo al entrenamiento y ahora los resultados se dieron. Estoy muy feliz, a pesar de que se me escapó el oro en los 30 metros y la ronda olímpica individual», aseveró.

En septiembre llegará a la preselección nacional, sin dudas la quimera inicial de todo deportista que aspira a representar a Cuba en eventos internacionales.

«Mi gran sueño es integrar el equipo nacional y así compartir con mi amigo Adrián Puente, campeón panamericano en la prueba de ronda olímpica individual. Él es mi ídolo en el deporte», destacó García, y reconoce que debe trabajar muy fuerte en esa propia modalidad.

«Dicen mis entrenadores que debo tener paciencia y confianza en mí mismo para mejorar en la ronda olímpica, pues en ocasiones me apuro mucho y me desconcentro a la hora de disparar», enfatizó.

Cayó el telón de estos 46 Juegos Escolares Nacionales. Pero se abre el futuro de esos chicos que deberán empinarse para conservar el poderío de Cuba en la esfera deportiva internacional.