25
En un partido abierto y de muchas faltas, Capitalinos se dio banquete al vencer a Guantánamo 97-63. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 04:56 pm
Por muchas vueltas que dio el destino, en definitiva Ciego de Ávila y Capitalinos discutirán otra vez el cetro de la Liga Superior de Baloncesto. Ambos equipos necesitaron cinco juegos para cumplir sus trámites en semifinales, pero los «búfalos» remataron anoche a Camagüey (86-72) y Capitalinos hizo lo mismo frente a Guantánamo (97-63).
Aupados por el público en la sala Cardín, los avileños contaron con un gran trabajo de Yudnier Pérez (21 puntos) y el «lobo» villaclareño Andy Boffill (15). Además, su armador Michael Guerra marcó 14 unidades y se vio más suelto sobre el tabloncillo.
Mientras, Capitalinos apaleó a Guantánamo en la sala Ramón Fonst, donde hubo demasiadas faltas antideportivas. Como tantas veces, faltó imaginación y sobró «guapería» en uno y otro bando.
Lisván Valdés (14 puntos) y Orestes Torres (13) llevaron la voz cantante por los ganadores, aunque el partido estuvo abierto desde el segundo cuarto y en lo adelante casi todo el mundo marcó a placer. Sin dudas, Guantánamo cayó en la trampa de las provocaciones y sus jugadores se desconcentraron demasiado temprano.
De tal manera, los «búfalos» disputarán su sexta final consecutiva. Hasta el momento llevan cinco títulos en línea y en las tres últimas ocasiones vencieron precisamente a Capitalinos.
Pero no es esta la final más repetida en la historia del torneo, pues Capitalinos y Orientales chocaron seis veces a la hora cero. Según el archivo de nuestro estadístico Benigno Daquinta, esos duelos terminaron con balance de 4-2, a favor de los primeros.
Nuevamente el play off decisivo será a un máximo de siete juegos y comenzará el sábado en la capital. Los azules se ganaron ese derecho por terminar en el primer puesto durante la etapa clasificatoria.
Sin embargo, para definirlo hubo que sacar varias cuentas, pues tanto Capitalinos como Ciego de Ávila ganaron 22 juegos y archivaron seis fracasos. Incluso, se repartieron dos triunfos cada uno en sus cuatro compromisos bilaterales. Pero los giraldillos sacaron una nariz de ventaja en el promedio de puntos a favor y en contra (273 por 271).
Veremos cómo llegan los dos equipos a la serie decisiva, pues varios de sus jugadores estuvieron lastimados durante la semifinal. Quizá un día más de descanso hubiera sido provechoso, pues el baloncesto no cuenta ni remotamente con las mismas condiciones de alojamiento y alimentación que el béisbol.
Aquí para garantizar una buena final hay que atar muchos cabos. Con todo y eso, algunos detalles siempre terminan en el aire. Ojalá sean menos este año.
