Hay que rescatar la fuerza del deporte social en los barrios, escuelas y municipios. Foto: Roberto Suárez Los Juegos Olímpicos de Beijing dejaron tras de sí, en cada país participante, un proceso de valoraciones, encaminadas a buscar mejores resultados en la próxima cita estival de Londres 2012. En Cuba, donde se hacen estos análisis con más frecuencia, ya se sacan conclusiones para acometer el inicio del nuevo ciclo.
El voleibol es uno de los deportes que no ha perdido tiempo y, entre las varias acciones acometidas, aparece el Simposio Internacional, efectuado en la indómita Santiago de Cuba. Allí se presentaron conferencias magistrales que contemplaron criterios sobre cómo regresar a la cúspide universal.
Llama la atención que, reiteradamente, hay coincidencia en que el entrenamiento por sí solo no es suficiente para elevar la técnica, la táctica y la experiencia imprescindibles para desempeñarse con éxito en los certámenes de alto nivel. Antes de partir hacia Brasil, donde conquistó la medalla de oro en la Copa América, Orlando Samuels, DT del elenco masculino de la mayor de las Antillas, dijo en una entrevista radial:
«Pienso que el juego es lo más completo para desarrollarse en cualquier deporte colectivo y para eso es imprescindible participar en una liga fuerte... Jugar al máximo nivel es una asignatura pendiente».
Por su parte, el doctor e instructor de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), Gilberto Herrera, acuñó en el mencionado simposio que los voleibolistas cubanos poseen potencialidades, pero en los últimos años este deporte ha evolucionado en el mundo y se requiere seguir las tendencias internacionales y adecuarlas a las diferentes categorías y niveles en el país.
Las mujeresUn análisis de las perspectivas de desarrollo y las deficiencias en distintas categorías del voleibol femenino cubano, expuso el licenciado Antonio «Ñico» Perdomo, director técnico de las Morenas del Caribe.
Perdomo recalcó la insuficiencia de topes preparatorios que atentan contra el nivel de las atletas más jóvenes y puntualizó que debe rescatarse la fuerza del deporte social en los barrios, escuelas y municipios, para suplir la carencia de juegos.
«El voleibol mundial ha alcanzado un alto nivel y todas las jugadoras se desempeñan en ligas profesionales. Hay que buscar la forma de insertar en esa dinámica a las voleibolistas cubanas», dijo el estratega.
Nueve de las integrantes del seleccionado femenino de República Dominicana —ya lo escribimos en esta página—, equipo que pretende desbancar a Cuba del liderazgo caribeño, acaban de insertarse en esas ligas. Además, estrenaron un DT brasileño en la reciente Copa Final Cuatro.
Sin fantasíasSobre el mismo tema, establecí contacto con el técnico cubano Justo Morales, responsable de capacitación de la Confederación NORCECA (Norte, Centroamérica y el Caribe) del deporte de la malla alta.
«En el voleibol cubano no hay crisis, los resultados se ajustan a los medios que tenemos. En otros países, las competencias nacionales, intermunicipales, provinciales, hacen que los atletas jueguen entre 60 y 80 partidos y tengan conducta deportiva. Eso los hace tener cohesión y mentalidad de equipo», explica Morales.
«No se puede entrenar bajo un rigor y jugar en otro. Así también es la sociedad. Hay que cuidar al deporte cubano, pero con ideas nuevas y proyectadas al éxito de nuestro país. Tenemos que luchar por la punta y no quedarnos detrás. No podemos limitarnos a la Escuela del Voleibol».
«Nuestras competencias nacionales tienen que ganar calidad, pero eso solo sucederá cuando todos los que rodean el espectáculo estén comprometidos, desde el transporte hasta la informática, desde los entrenadores hasta los organizadores. El deporte no admite apariencias, ni compromisos fantasiosos, aquí se gana o se pierde».
«También hay que ir al intercambio deportivo internacional, así como soltar los ariques en la metodología, sin miedo, sin copia, hacer genuino nuestro trabajo», concluyó Justo Morales.