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RÍO DE JANEIRO.- Cual pelotero de temple que conecta un jonrón memorable en el final de la novena entrada, el santiaguero José Antonio Guerra conquistó este sábado la medalla de oro en la plataforma de 10 metros, y adornó la actuación cubana en el clavado de los XV Juegos Panamericanos.
En una tarde fría, fatídica para sumergirse en la piscina con todo y la climatización del agua, Guerrita comenzó con el pie izquierdo y marchaba octavo en el escalafón tras las dos primeras rondas de saltos. Sin embargo, a partir de entonces se concentró completamente en la competencia y eslabonó una cadena de ejecuciones que merecieron puntuaciones casi perfectas.
En el quinto intento, por ejemplo, ya iba tercero y remató con un brinco impecable. Tanto, que cinco jueces le concedieron la nota máxima de diez puntos y otros dos le dieron 9,5. Al final, redondeó un acumulado de 527.40 unidades, suficiente para aventajar al mexicano Rommel Pacheco (510.15, plata) y al medallista mundial canadiense Alexandre Despatie (505.80, bronce).
Así, el clavado de la mayor de las Antillas concluyó su presentación en esta ciudad con una medalla de oro y dos de plata, el mejor resultado de la historia en citas continentales.
No obstante, México dominó la especialidad con tres títulos e igual cantidad de segundos lugares, seguido por Estados Unidos (2-2-3), Canadá (2-0-3) y Cuba (1-2-0). Por cierto, vale destacar que los tres cetros aztecas fueron conseguidos por la atleta Paola Espinosa, aunque esta compartió el protagonismo con su compañera Laura Sánchez en el trampolín sincronizado a tres metros.
