Río De Janeiro.— Con la transparencia y tradicional potencia de sus alzadas, el levantamiento de pesas cubano acaba de firmar una excelente y esperanzadora demostración, con cinco de seis títulos posibles en estos XV Juegos Panamericanos.
Y les recuerdo que la «fuga» de esa medalla de oro fue por ¡cinco gramos! más de peso corporal de Jadier Valladares, en la división de 85 kilogramos.
Los halteristas de la mayor de las Antillas llegaron a Río con la clara misión de borrar la pálida imagen dejada en la cita continental de Santo Domingo 2003, cuando solo Yordanis Borrero (69 kilogramos) se alzó con el título, el cual reeditó aquí. Y regresaron a Cuba con «otra cara», esa que se refleja cuando se rebasan los pronósticos.
Los cubanos arrasaron no solo con el medallero, sino con récords panamericanos que regían desde la cita de Winnipeg 99. Para ello, levantaron pesos que, en el momento de competir, hacía mucho tiempo no validaban.
Como se conoce, los pesistas cubanos llegaron a ocupar planos estelares a nivel mundial. Pero cayeron en un prolongado slump del cual no se divisaba la salida. En los últimos años, solo Sergio Álvarez (56 kgs) y Yohandris “el Gato” Hernández, se codeaban con la élite internacional.
Ante tal panorama, los amantes al «hierro» en Cuba se cuestionaban qué sucedía. Y los más osados llegaron a especular que los entrenadores y preparadores físicos se habían quedado con los libros técnicos de la década del 80.
Pero la tajante respuesta ante este salto cualitativo experimentado aquí, nos la dieron los propios atletas: en el gimnasio existe ahora más exigencia con la disciplina y se está trabajando con nuevos planes y métodos de entrenamiento. Con esos truenos...
Por eso, las palmas para esta actuación de la halterofilia cubana en esta ciudad, pues con las marcas registradas se recuperó la hegemonía del área panamericana en el sexo masculino.
De las chicas, que asisten a su segunda lid internacional, debemos decir que, a pesar de quedar rezagadas en la tabla de posiciones, se batieron y salieron airosos con pesos de respeto para su actual nivel competitivo.
No quisiera pecar de absoluto, pero el levantamiento de pesas le subió la parada al resto de la delegación, perfilándose como el deporte de mayor progreso en relación con la cita panamericana del 2003.
Y la presentación en este torneo, sirvió como entrenamiento con vistas al venidero Campeonato Mundial de Tailandia, dentro de dos meses. Allí, crecerá la calidad de los rivales, pero las sorpresas siempre pulularán. Ya me dirán ustedes.