El público se identifica con los jugadores y con los equipos, pero para que esto último ocurra los nombres deben repesentar a su territorio. ¿O no?. Foto: FIVB Nada de demencia, es tan cierto como que hoy es miércoles. La víspera se reanudaron en la Ciudad Heroína los torneos nacionales de béisbol, con el clásico Industriales-Santiago, y voleibol masculino.
En lo concerniente al taraflex (o al tabloncillo, porque la superficie sintética se quedó en la capital), el calendario de la segunda ronda del certamen se extiende hasta el día 12 en la polivalente Alejandro Urgellés, donde aparece invicto el equipo Energéticos con seis victorias.
A propósito del nombre del conjunto líder y sus oponentes —Mambises (4-2), Constructores (2-4) y Agricultores (0-6)—, no pocos aficionados se muestran insatisfechos.
El criterio del público juega una función muy importante en la aceptación o no de cada empeño nuevo, como este de afincar sobre base segura el futuro del deporte de la malla alta en Cuba.
Muy útil pueden ser entonces para el INDER y la Federación Cubana de Voleibol estas opiniones, sobre todo si vienen acompañadas de sugerencias, porque no solo del «bautismo» se habla, sino también de la composición de los elencos en cuanto a la repartición de las figuras.
Así, invitamos a los lectores a que nos envíen sus opiniones sobre estos aspectos, para atizar la polémica. De momento, traigo a colación lo manifestado por Jorge Hernández, estudiante de Periodismo:
«Los nombres de los equipos son siempre aspectos importantes, sobre todo si dicen el lugar al que representan, pues hacen que la afición los siga con mayor o menor interés y ayudan a crear una correspondencia entre el público y el equipo.
«Por ello, pienso que los nombres que se emplean actualmente en la Liga Nacional de Voli no son los más adecuados, pues nadie se identifica con ellos. ¿Acaso no era más fácil llamarlos Occidentales, Centrales, Orientales y Juveniles, o algo parecido?».
El tema queda sobre el tapete.