Nuestro muchachos son «llamados» a capitulo. Foto: FIVB En informaciones periodísticas de los campeonatos mundiales femenino y masculino de voleibol que nos llegan desde Japón, aparece reiteradamente la palabra «desconcierto» como factor primordial en las derrotas de los equipos cubanos.
Asimismo, en algunas de las conferencias de prensa celebradas después de los partidos, nuestros técnicos aducen que ese elemento negativo ha incidido en más de un fracaso.
Según el diccionario, la palabra desconcertado es sinónimo de desordenado, desarreglado, desorganizado, confuso, dislocado, trastornado, anárquico, caos. Vale la pregunta, ¿somos todo eso? Y si es así, ¿a qué se debe tal situación? ¿Será resultado de una pobre preparación psicológica?
Habrá que esperar al regreso de los especialistas para sacar conclusiones y, por el momento, confiar en que el concierto regrese a las filas de nuestro colectivo antes de que sea demasiado tarde.
Después de encajar su segundo revés en igual número de salidas al taraflex, esta vez por blanqueada de 25-14, 25-23 y 25-20 ante Alemania, la situación se vuelve muy tensa para los caribeños si tenemos en cuenta que las victorias y derrotas se arrastran para la segunda ronda del certamen. Recordemos lo acontecido a nuestra escuadra femenina hace unos días.
En otros resultados, en el propio grupo B, Brasil y Francia salieron airosos frente a Grecia 3-0 (25-19, 25-18 y 25-16) y a Australia 3-1 (25-23, 30-28, 24-26 y 26-24), respectivamente.
En la llave A, Polonia superó a Argentina 3-0 (25-21, 25-22 y 25-22), Egipto a Puerto Rico 3-2 (27-29 19-25 25-21 25-20 15-12) y China a Japón 3-2 (22-25, 25-22, 25-20, 23-25 y 15-13); en la C, Venezuela a Irán 3-1 (25-20, 23-25, 25-17 y 25-20), Italia a República Checa 3-0 (25-22, 25-19 y 25-23) y Bulgaria a Estados Unidos 3-0 (30-28 25-22 25-21), en tanto en la D, Rusia a Túnez 3-0 (25-15, 29-27 y 25-20), Serbia y Montenegro a Kazajstán 3-1 (25-16 22-25 25-18 25-22) y Canadá a Sudcorea 3-1 (26-28, 25-23, 25-16 y 25-23).
Al cierre de esta edición Cuba buscaba su primer éxito a costa de los australianos.