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La capitalina Eimey Gómez confirmó su estirpe de espartana. Foto: Juan Moreno La noche del pasado martes se fue haciendo vieja y el sueño me venció después de recorrer millones de kilómetros por Internet, la llamada «autopista de la información», en busca de alguna noticia sobre el campeonato pre-panamericano de esgrima, que comenzó ese propio día en la ciudad venezolana de Valencia y para el cual se inscribieron 249 atletas de todos los países del continente.
Así, el miércoles amaneció de golpe y decidí echar otro vistazo a los diarios locales, pues a esas alturas mis colegas de la prensa nacional tampoco habían tenido suerte. Y por fin, entre las confesiones del futbolista inglés David Beckham de que extraña a su ex equipo Manchester United y la estela de la retirada del alemán Michael Schumacher de la Fórmula Uno, encontré un titular que pregonaba: Alejandra Benítez, sin rivales.
Se trataba, en efecto, de la confirmación del triunfo de la venezolana Benítez sobre su compatriota Yerimar Gutiérrez (15-9) en la final de sable femenino del certamen continental.
Según la escueta información publicada en un diario local, la nueva monarca despachó primero en semifinales a la argentina Estefanía Berninsone (15-6), en tanto Yerimar sacó del camino a la cubana Ana Fáez (15-7).
Mas, en la nota de marras se anunciaba que Cuba tuvo también su momento de éxtasis en la primera jornada, cuando la capitalina Eimey Gómez volvió a demostrar su calibre de espartana y se embolsilló la medalla de oro en la espada femenina, derrotando en el último asalto a la estadounidense Courtney Hurley (14-12).
Antes, Eimey había eliminado en semifinales a la chilena Pía Montesinos (15-8), mientras Hurley sacaba de la competencia a la conocida canadiense Sherraine Schalm-Mackay (12-11).
Y en florete masculino el crédito se lo llevó Jedediah Dupree, de Estados Unidos, venciendo al mexicano Andrés De La Concha (15-6), quien desterró al bronce al cubano David Castillo (15-11).
Todos estos esgrimistas, y otros cuyos nombres en este minuto no conocemos, aseguraron boletos para los Juegos Panamericanos del próximo año en Brasil.
Al cierre de esta página, todavía no teníamos noticias de las competencias de espada y sable para hombres, así como de florete femenino, que debieron disputarse ayer en el gimnasio Ricardo Pérez Castro de la Universidad de Carabobo.
Así, una vez más, el periodista sopesaba su conflicto: las ansias de informar y la ausencia de información. Y volvía a estar entre la espada y la pared.
