El joven Yoandris Salinas (a la izquierda) confía en la fuerza de sus puños. Foto: Alex Castro CARTAGENA DE INDIAS.— Preguntarle a Sarbelio Fuentes cuáles son los propósitos de la escuadra cubana de boxeo, es recurrente antes de que suene la campana de cualquier certamen, aún sabiendo que nuestros peleadores tienen siempre como meta conquistar todos los cetros puestos en disputa.
Por eso, el torneo correspondiente a los XX Juegos Centroamericanos y del Caribe que se inicia hoy en el Coliseo Bernardo Caraballo de esta ciudad no es la excepción, más aún teniendo en cuenta la nómina traída por la Mayor de las Antillas para revalidar la hegemonía cedida por la obligada ausencia a la cita de San Salvador.
Desde hace unas semanas nuestros púgiles llegaron a este bello balneario, y desde entonces no han dejado de ultimar los detalles de su preparación.
De visita en la Villa que acoge a la delegación de la Isla nos los encontramos minutos después de concluido uno de los entrenamientos. Fue entonces que conocimos que todos los peleadores están en óptima forma para encarar el reto de ganarlo todo en esta competencia.
Nadie duda de nuestro favoritismo, y solo algunas voces rivales anuncian la guerra que darán sobre el cuadrilátero. Entre ellos está el dominicano Bienvenido Solano, presidente de la federación de ese país vecino, quien en sus consideraciones a la prensa señaló como «muy difícil que los cubanos se lleven los 11 títulos, porque nosotros nos hemos preparado para impedirlo».
Con anterioridad el dirigente quisqueyano tenía puesta todas sus esperanzas en el peso mosca Juan Carlos Payano y el pluma Argenis Méndez, pero la renuncia de este último a integrar la selección de su país —presumiblemente para pasar al profesionalismo— ha mermado las posibilidades dominicanas.
No obstante, Payano continúa siendo un oponente de cuidado para el debutante Yoandris Salinas, quien nos confesó que «no estoy presionado ni por el debut en el equipo grande, ni por el rival. Saldré a hacer lo mismo que en el Campeonato Nacional y la III Olimpiada del Deporte Cubano», cuando se coronó, contra todos los pronósticos, con un merecido triunfo sobre el campeón mundial chino Zou Shiming.
Casi similares fueron las respuestas del campeón olímpico Yan Barthelemí antes de comenzar su sesión de masajes, y estoy seguro de que nada diferente dirían sus iguales Guillermo Rigondeaux, Yuriolkis Gamboa, o los menos experimentados como el peso crucero Osmay Acosta. Ninguno ha tenido la posibilidad de reinar en la región, y esto es un aliciente más para luchar por la inédita barrida en estas citas centrocaribeñas.
Desde el campanazo de esta noche y hasta el último cartel final del próximo día 28, todos tendrán la oportunidad de concretar un nuevo sueño, y apuntalar la eterna respuesta de Sarbelio: «Subimos a ganarlas todas».