China es la fábrica del mundo y un nuevo rubro lo confirma: la producción de mosquitos. En Guangzhou, un equipo crea cerca de un millón de ellos a la semana, ¡para salvar vidas! Comoquiera que muchos de sus «colegas» naturales transmiten peligrosas enfermedades, los fabricados vienen genéticamente alterados, estériles, sin sex appeal, con la misión de reducir la curva reproductiva. Nadie dude de que, en poco tiempo, las tiendas del mundo estén llenas de relucientes cajas con otra marca made in China.