Durante su recorrido habitual, una pareja de policías de Hottinghamshire, Inglaterra, vio lo que les pareció un bebé dentro de un auto estacionado en la calle, bajo el sol. Sin dudarlo destrozaron los vidrios del automóvil para comenzar el «operativo de rescate». Sin embargo, al terminar se dieron cuenta de que su apresurada intervención sirvió para «rescatar» una linda muñeca. Los daños causados al vehículo suman unos cientos de dólares que, por supuesto, tendrá que pagar el papá de la olvidadiza niña. La policía solo resolvió advertirles que no dejen el juguete nunca más en el auto. Sin dudar de la sagacidad de los agentes del orden, la verdad es que necesitarían medirse la vista y comenzar a usar espejuelos… ¿o no?