disco La controversia del siglo en verso improvisado. Autor: Portada del Disco Publicado: 26/08/2025 | 08:25 pm
Hace 70 años, en 1955, dos gigantes de la poesía improvisada cubana, Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí) y Ángel Valiente Rodríguez (Angelito), protagonizaron lo que la crítica especializada ha denominado La controversia del siglo. Un encuentro poético sin precedentes en la historia de la lengua española que tuvo lugar en dos escenarios emblemáticos: el 15 de junio en el teatro del Casino Español de San Antonio de los Baños y el 28 de agosto en el estadio Campo Armada, de San Miguel del Padrón.
Hoy, gracias a un minucioso trabajo de rescate y reinterpretación a cargo de los poetas Alex Díaz y Roly Ávalos, esta joya de la tradición oral cubana vuelve a la vida con una fuerza renovada en el disco La controversia del siglo en verso improvisado.
Fidel Antonio Orta, en las notas del fonograma, apunta, «desde lo oral también se hace poesía, desde lo oral también se hace literatura». Y es que, aunque la escritura ha hegemonizado el concepto de lo literario, la oralidad se erige como un espacio de creatividad profundamente arraigado en la identidad cubana.
La controversia entre Naborí y Angelito no fue un simple duelo de ingenio. Fue un diálogo estructurado en cinco grandes temas: El amor, La muerte, La libertad, El campesino y La esperanza. Cada uno de estos motivos fue desarrollado en 20 décimas, diez por cada poeta, sumando un total de cien estrofas que María de los Refugios Segón, taquígrafa de excepción, logró rescatar «del aire» para la posteridad.
La riqueza temática y la profundidad filosófica de estos versos improvisados son abrumadoras. En El amor, los poetas exploran desde el eros hasta el amor filial y social, pasando por el desamor y la traición. Naborí lo define como «el Génesis, la fuente/
universal de la vida», mientras que Angelito lo concibe como «desprendimiento/ del humano corazón». Ambos entrelazan lo personal con lo colectivo, lo íntimo con lo universal.
En La muerte, el tono se vuelve reflexivo, existencial. Valiente la describe como «la mirada fuerte/ en incontenible acecho», y Naborí como una «maga de tierra o de cielo/ que con tijeras de hielo/ corta el hilo de la vida». No hay aquí romanticismo barato, sino una confrontación serena y a la vez desgarrada con la finitud humana.
La libertad es quizá el tema más político y a la vez más lírico. Los poetas recorren la historia de las luchas emancipadoras —desde Hatuey hasta Bolívar, desde la Revolución Francesa hasta Martí— para reafirmar que la libertad no es una abstracción, sino «oxígeno de la vida», como afirma Naborí. Angelito, por su parte, insiste en que sin libertad no hay dignidad: «de un semillero de esclavos/ no brota la libertad».
El campesino es un homenaje y una denuncia. Los poetas retratan con crudeza y ternura la vida del guajiro cubano, su lucha contra la explotación, su conexión con la tierra, su papel fundacional en la cultura nacional. Naborí lo describe como «tierra en pie/ con surco de arriba abajo», mientras Angelito
denuncia: «el oro de tu trabajo/ lo amasa quien mal te ve».
Finalmente, La esperanza cierra el ciclo con un mensaje de resiliencia y fe en el futuro. Valiente la define como «virtud crecida en mi pecho», y Naborí como «una mujer encinta/ risueña, con una cinta/ verde sobre la melena». Es la virtud que permite seguir adelante incluso en las circunstancias más adversas.
La reedición de esta controversia
—con la voz de Alex Díaz y Roly Ávalos, bajo la producción musical de Fidel Antonio Orta, producción general de Adriana Pazos Tacoronte y Producciones Colibrí junto al Instituto Cubano del Libro con el auspicio del Ministerio de Cultura— no es un simple ejercicio de nostalgia. Es una reivindicación de la tradición oral como patrimonio vivo, como fuente de identidad y como herramienta de futuro.
Los jóvenes repentistas demuestran que la décima improvisada sigue tan vigente como hace 70 años, y que la herencia de Naborí y Angelito sigue inspirando. La palabra hablada, la improvisación poética, el duelo creativo, son manifestaciones artísticas de una profundidad y una vigencia incomparables. La controversia del siglo no es solo un documento histórico: es una lección de poesía, de cubanía, de humanidad.