El creador matancero está inmerso en la producción de un nuevo disco junto a la orquesta ensamble Solistas de La Habana. Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 24/08/2022 | 07:48 pm
Alejandro Falcón posee un don. Más allá de su talento e increíble capacidad creativa, es un militante de la persistencia que no da puntada sin hilo en cada proyecto que se propone y ya sabemos lo que se dice de aquellos que perseveran.
Falcón, sin dudas, tiene el triunfo asegurado. El pianista matancero de 41 años cuenta con una producción discográfica exquisita —Claroscuro (2010), Cuba Now Danzon (2012), Mi monte espiritual (2018), entre otras—, así como una extensa lista de colaboraciones con encumbrados artistas nacionales y foráneos. Como si fuera poco son frecuentes las revisitaciones que el artista realiza a puntos clave de su obra para darle nuevos vuelos a sus composiciones y hacernos disfrutar de sus sonoridades en una pieza de danza folclórica o en un audiovisual.
Una de sus más recientes creaciones es un DVD que agrupa una muestra de seis composiciones, a modo de recorrido por su abarcadora carrera musical. Una selección difícil para el creador, quien recibe a JR para conversar sobre este nuevo proyecto que, asegura, está pensando para el concierto en vivo, así como podrá ser disfrutado en las plataformas digitales y de streaming como Sandunga. Ya está disponible el clip del primer tema, Vidas cruzadas.
Alejandro Falcón y Cubadentro Live in Havana es el nombre de este material audiovisual. El compositor junto a su agrupación recompone algunas de sus piezas que durante años han deleitado a un público acostumbrado a los espacios de las descargas de jazz, festivales y conciertos del género.
Acompañado por Ruy López-Nussa en la batería, Rafael Paseiro en el bajo, Edgar Martínez en las congas, el cuarteto que comanda Falcón interpreta temas como Vals para Ochún y La bibijagua, incluidos en el disco Mi monte espiritual; Vidas cruzadas y El engaño feliz, composiciones que figuraron en la banda sonora de la telenovela Vidas cruzadas, así como las creaciones inéditas Mambo en Pueblo Nuevo y el changüí Me voy pa’ Guantánamo.
«Es un DVD que pasa por varios géneros: hay mambo, danzón, música afrocubana, algo de funk, changüí. El material posee una variedad pensada cuidadosamente y desde el principio lo concebimos como un producto que debíamos reproducir luego en un concierto en vivo», comenta el artista matancero, quien contó con el apoyo de Producciones Colibrí para este empeño, casa productora que lo ha acompañado con toda su producción discográfica.
Bajo la dirección de Leandro de la Rosa y con la participación del ingeniero de sonido Orestes Águila, el escenario escogido fue la bahía de La Habana, aunque vista con una mirada poco habitual para este tipo de productos audiovisuales. «Había hecho colaboraciones con otras agrupaciones en proyectos de este tipo, como Jazz con guaguancó junto a Los Muñequitos de Matanzas por su aniversario 70, pero nunca con mi grupo Cubadentro. Una de las cosas más lindas de este proyecto es que salimos del teatro y el clásico club de jazz. Nos fuimos para la calle y eso fue muy bueno para nuestro propósito de buscar la novedad.
«Encontramos la locación que queríamos frente a la iglesia de Regla, un espacio precioso sobre todo porque tienes una vista de la bahía desde otro ángulo. No queríamos el clásico estereotipo audiovisual de estar en La Habana Vieja, el Morro, o algún solar. Grabamos en medio de la pandemia, un día de noviembre que pronosticaban tormenta. Pero no llovió y pudimos grabar sin contratiempos. Estoy muy contento con todo el trabajo y las personas que nos apoyaron y esperemos que el público esté disfrutando ya del primer lanzamiento y los próximos que vendrán».
La obra de Alejandro Falcón es ciertamente abarcadora. En seis composiciones no podría resumirse su labor al frente de encuentros como el Festival Matanzas Jazz, el trabajo con el Conjunto Folklórico Nacional, su paso por importantes agrupaciones del panorama popular bailable y sinfónico, su faceta de profesor en la Escuela Nacional de Arte, la cátedra Moisés Simons, sus composiciones para series y telenovelas, entre muchos otros proyectos. Alejandro Falcón y Cubadentro Live in Havana es un pequeña muestra de toda esa obra.
—Desde el punto de vista sonoro este DVD se percibe como un viaje por Cuba, ¿cómo ha sido para ti ese recorrido musical?
—Desde que creé mi agrupación en 2008 trato que esté presente la cubanía, algo que busco siempre como compositor, arreglista y pianista, ya sea en los montunos, los tumbaos, la manera de tocar todos los géneros de la música cubana con sus influencias del jazz o la música contemporánea y académica.
«Intento recrear esos géneros desde mi visión personal, respetando los patrones. He tratado de irme especializando en cada uno de esos géneros y por eso debían estar presentes en este material el danzón, el changüí, el mambo, la rumba, el guaguancó: Cuba es todo eso.
«Me siento satisfecho de haber tenido la oportunidad de plasmar mi obra desde joven, algo que siempre es una bendición para cualquier creador. Intento disfrutar cada etapa, cada proyecto antes de terminarlo, saborear los instantes, afinar los detalles y este material audiovisual no ha sido la excepción».
—¿Cómo hacer para no reiterarse cuando la obra es tan abarcadora?
—Creo que hay que ser crítico y darse tiempo, porque cuando queremos actuar con inmediatez ahí podemos caer en repeticiones excesivas, porque un ser humano no puede abarcarlo todo y a veces hay ideas que son una concatenación de otras. Siempre estoy ojeando lo anterior para tratar de no repetirme. Me nutro de todo, las colaboraciones con otros músicos, el vínculo con mis estudiantes en la ENA. En la música nunca se para, esto es algo para siempre que lleva pasión para seguir aprendiendo.
—Vidas cruzadas es fruto de la banda sonora que compusiste para aquella telenovela y ahora has creado la música para la serie Valientes ¿Te sientes cómodo haciendo música por encargo?
—Me gusta esa faceta pero no me resulta tan cómoda porque ahí hay que hacer lo que otra persona prefiera y eso uno lo va aprendiendo con el tiempo. A veces puedes pensar que la música que más te funcione a ti es correcta, pero no es la que le funciona al audiovisual y eso se aprende con práctica.
«Lo más importante es lo que se narra en el guion y cómo esa música va a calzar la historia. Hay que buscar un equilibrio, estar seguro de lo que se quiere. El arte se hace para las personas y es importante llegar al público, entonces eso también es algo que uno no puede olvidar como músico.
«Vidas cruzadas salió a la primera, tuve suerte. Es importante cuando el director sabe lo que busca y eso también pasa en la música, pero en el caso de la telenovela, sobre todo en los temas de presentación y despedida fue sencillo».
—En tu nuevo DVD incluyes un homenaje a tu tierra natal y tu infancia con el tema Mambo en Pueblo Nuevo ¿Cómo suena Pueblo Nuevo?
—Mi barrio es el típico barrio cubano, sobre todo por su folclor, la rumba, el tambor. Este tema tiene esa mezcla entre mambo y jazz que de repente se vira al swing, regresa al mambo y es muy sabroso. Son géneros muy familiares entre sí, que me llevan a aquellos años en que todo comenzó.
«Cuando era un niño era un poco intranquilo y mi papá me ponía música para tranquilizarme en un tocadiscos que había traído mi mamá de la Unión Soviética. Ahí escuchaba a Chucho Valdés, Bola de Nieve, Emiliano Salvador, Gonzalo Rubalcaba, mucho jazz, música cubana.
«Fui creciendo y empecé a estudiar guitarra con mi padre en la casa, de forma autodidacta. Entonces cuando estaba en la secundaria me junté con un amigo que tocaba el piano y me propuso hacer un dúo para tocar en las actividades de la escuela, los matutinos.
«Al poco tiempo este amigo, que actualmente no se dedica profesionalmente a la música, me enseñó algunas nociones de piano. Lo primero que aprendí fue un tumbao de una canción de Issac Delgado —Usted paró— y ahí me fascinó el instrumento. Llegué a mi casa y le dije a mi papá que quería ser pianista y ese fue el comienzo de mi historia con el piano, el gran compañero de viaje que me ha traído hasta aquí».
Video: Maykel Espinosa Rodríguez