Matthew McConaughey y Anne Hathaway, protagonistas de Interestelar. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 06:17 pm
Los adictos de toda la Isla al cine podrán disfrutar de propuestas producidas hace relativamente poco tiempo, que combinan taquillazos mundiales con los más recientes trabajos de célebres actores y directores.
Puro vicio, de Paul Thomas Anderson e interpretada por Joaquin Phoenix, Reese Witherspoon y Benicio del Toro, es la primera adaptación fílmica de una obra de Thomas Pynchon, el célebre novelista considerado como una de las voces más importantes del posmodernismo actual. En una trama propia del cine negro, Phoenix encarna a un peculiar detective privado de los años 70 del pasado siglo, y con este desempeño redondea una cinta que, a pesar de su densidad, ha sido calificada, por sus ingredientes, como película de culto por muchos críticos.
Benicio del Toro también aparece en Escobar: El paraíso perdido para desplegar toda su fascinación a favor de un personaje real. El que antes fue Che Guevara en el largometraje de Steven Soderberg, se convierte ahora, con naturalidad camaleónica, en el controvertido narcotraficante Pablo Escobar, detonante de un gran número de series y documentales.
El actor de la oscarizada Traffic se puso bajo las órdenes del italiano Andrea di Stefano en esta su ópera prima, para jugar con la ambivalencia de atracción y repulsión que puede desatar quien fuera conocido como el Zar de la cocaína. Para ello se centró en el último período de su vida, en los que se dedicó a la beneficencia y a construirse una pantalla de respetable hombre de negocios que le permitiera escalar hasta la Cámara de Representantes. La trama se desarrolla a partir del momento en que esa «máscara» comienza a derrumbarse, al declararle la guerra al Estado a punta de narcoterrorismo, dejando un reguero de cadáveres de ministros, abogados, periodistas, candidatos presidenciales y policías.
Cate Blanchett, la malvada madrastra de Cenicienta.
Fruto de esa nueva pasión que Hollywood exhibe por versionar los clásicos cuentos infantiles nos encontramos a esta otra Cenicienta bajo el sello del director Kenneth Branagh. Las consagradas Cate Blanchett, como la malvada madrastra, y Helena Bonham Carter, encarnando a la divertida Hada Madrina, acompañan a la bella Lily James, en su papel de sirvienta-princesa, en una propuesta en la que la magia lograda por el mundo animado de Disney, con sus ratones y calabazas encantadas, es sustituida ahora por la ficción lograda por los todopoderosos efectismos visuales en que se apaña el género fantástico, acentuado desde el guión.
Y si gustan de elaborados efectos especiales, no deberán perderse la superproducción Interestelar, de Christopher Nolan, que precisamente mereció un Oscar en esta categoría y que reúne a estrellas como Matthew McConaughey, Anne Hathaway y Michael Caine. Interestelar resulta un viaje que va más allá de nuestra galaxia, pues apostó además por la exactitud científica para las representaciones de la relatividad y de los agujeros negros supermasivos en rotación, al contar con la participación del físico teórico Kip Thorne como asesor.
Mortdecai, de David Koepp, tiene de todo: acción, comedia, tintes policiacos y el atractivo de contar con la versatilidad histriónica de Johnny Depp, quien se escolta de Ewan McGregor y Gwyneth Paltrow para contarnos la historia de un excéntrico marchante de arte que recorre el planeta en busca de una codiciada pintura que podría contener el código de una olvidada cuenta bancaria de los nazis.
Mientras Mcfarland, de Niki Caro, con Kevin Costner a la cabeza, retorna a esas películas donde un hábil entrenador transforma a un equipo de atletas sin futuro en los candidatos para ganar el campeonato; las aventuras y la acción llegan de la mano del remake de Las tortugas ninjas y la segunda entrega de El hombre de los puños de hierro.
Los fans de ese grande que es Al Pacino podrán constatar que goza de plena forma actoral en un filme al estilo de La sombra del actor donde encarna a un intérprete sexagenario en plena decadencia profesional. El mítico Michael Corleone se dejó dirigir ahora por Barry Levinson (Rain Man, Good Morning, Vietnam, Bugsy) en una película que se rodó en apenas 20 días y cuyas secuencias, en su mayoría, fueron realizadas en la casa del propio Levinson.
De varias latitudes
Para equilibrar la mirada hacia otras cinematografías del orbe se incluyen las francesas Timbuktu, de Abderrahmane Sissako, y El amor está en el aire, de Alexandre Castagnetti; la producción germano italiana El violinista del diablo, de Bernard Rose; Dios salve a la chica, de Stuart Murdoch; y la comedia La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo.
En un tema que se cuela en todas las páginas de noticias internacionales cala Timbuktu: el avance del ejército de los extremistas islámicos y la ola de terror que desatan a su paso por pueblos y su gente. Basada en una historia real, esta cinta conquistó siete premios César que incluían Película del año y Mejor director; y fue nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa, así como al premio del Jurado Ecuménico en Cannes.
Al año 1830 nos remonta El violinista... y nos entrega también a un personaje que ciertamente existió: el virtuoso Niccolò Paganini, cuyo nombre trasciende además por sus incontables escándalos amatorios. Del amor y otras turbulencias nos habla en tono de comedia, y en pleno vuelo a París, la protagonista de El amor está en el aire, quien a punto de casarse se encuentra con el amor de su vida; en tanto que otra boda, entre risas españolas, se celebrará justo el día final del Mundial de fútbol de Sudáfrica, en La gran familia…
Y para que Dios salve a la chica, su director, igualmente líder del grupo de música escocés Belle and Sebastian, escogió presentar su ópera prima bajo los hilos del género musical. Con ello nos presenta a Eve, una joven compositora con muchos problemas emocionales y de salud, cuya única vía de escape es escribir canciones e interpretarlas. Esta y el resto son películas que nos incitan a no despedirnos de los días de cine, aunque los del verano vayan quedando atrás.