Agrupaciones roqueras de siete provincias animarán las jornadas del Festival. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:58 pm
SANTA CLARA, Villa Clara.— Ya están aquí los roqueros imprimiéndole una imagen desenfadada a esta urbe que los abriga cada diciembre, para vibrar con sus acordes fuertes y las voces ensordecedoras que se llevan a bolina la tranquilidad citadina.
Desde la víspera los seguidores de este género, que son bastantes, llegaron para disfrutar del XVII Festival Nacional de Rock Ciudad Metal, auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz en Villa Clara, que comienza este miércoles aquí en la plataforma del área recreativa Sandino.
Una de sus singularidades, más allá del sabor rítmico de altos decibeles de la veintena de bandas presentes, está en esa imagen de los roqueros vestidos de negro, de manera extravagante, con sus tatuajes a flor de piel, sus melenas y la mochila al hombro, que resultan también expresión auténtica del Festival.
En esta ocasión, hasta el día 29, agrupaciones de siete provincias ofrecerán conciertos en la plataforma del Sandino, a partir de las tres de la tarde y las nueve de la noche.
Entre las bandas más conocidas se encuentran Akupunktura, proveniente de Cienfuegos; Blinder y Resistenzia, de Villa Clara; Metastasys, de Santiago de Cuba, así como Waiting For Nadia y Combat Noise, de La Habana.
Como parte de la fiesta del rock se efectuará también la gustada convención de tatuajes, a partir del jueves en la Casa del Joven Creador, donde se premiará al mejor tatuador.
El Festival, independientemente de sus altas y bajas, se ha mantenido durante 17 años y esto, de por sí, representa un gran mérito.
Además facilitó encauzar el movimiento de nuestro rock, que posee su propio perfil, asumido como una manifestación pertinente y significativa, y ayudó a popularizar aun más esa música y, sobre todo, a legitimarla como expresión cultural tan valedera como otras.
Esta ciudad y sus habitantes en los inicios acogieron el Ciudad Metal con cierto recelo, pero con el paso del tiempo se convirtió en un evento que identifica la ciudad.