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San Juan de los Remedios, noche infinita por tradición (+ Fotos)

San Juan de los Remedios engrandeció e influenció el arte cubano: las Parrandas, con su eterna rivalidad entre dos, se extendieron a otros pueblos y ciudades, y es considerada una de las tres Fiestas Nacionales de nuestro país

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Una invitación perenne son las Parrandas de Remedios, evocadoras de las madrugadas del 16 al 24 de diciembre de la segunda década de 1800, cuando un sacerdote conocido por Francisquito (Francisco Vigil de Quiñones), contrató a un grupo de niños para que hicieran un ruido infernal y despertaran a los vecinos de la Villa que no participaban en las misas de Aguinaldo. Ese alboroto evolucionó y trascendió como una genuina tradición folklórica que se ha convertido en Fiesta Nacional.

Comienzan en la mañana con una peregrinación desde el  Museo de las Parrandas Remedianas hasta el cementerio de la Ciudad, donde se evoca a los parranderos muertos que, homenajeados, acompañarán la fiesta. Entre las cuatro y las seis de la tarde los barrios alternan una entrada en la Plaza, donde evolucionan las rumbas y el arrollao, los fuegos artificiales, dando un avance de lo que acontecerá en la noche. Alrededor de la diez comienzan las Parrandas con el saludo, donde cada barrio se presenta con ritmos, fuegos artificiales, voladores (palenques) y morteros.

En 1835 el regidor Don Genaro Manegía se quejó al ayuntamiento por el ruido que hacía la muchachada, por lo que se creó un bando que prohibía la salida de esta antes de la cuatro de la mañana.

Al filo de la media noche en la Parroquial Mayor, en medio del escenario, se celebra la Misa del Gallo. Luego continúan las entradas con los más variados fuegos y la música en ambos barrios, entonando las congas de desafío y las polkas. Al amanecer del 25 de diciembre, los barrios recorren las calles remedianas proclamándose vencedores mientras entonan las rumbas de victoria al compás de los grupos. Esta maravilla del folklore cubano carece de un jurado que elija un vencedor. Por eso el pueblo es siempre el triunfador.

Entre las dos y las cuatro de la madrugada hacen su entrada las fastuosas carrozas con sus historias, sus descubrimientos y sus figurantes estáticos, en una hierática representación del cuento narrado en vivo por el presentador.

Otra vez los barrios lanzan sus fuegos artificiales en las dos últimas entradas de la noche. Más tarde continua la música bullanguera.

Hacia 1851 se formaron dos grandes grupos rivales: El Carmen -por la Virgen- presente en la Iglesia de Remedios, con su insignia del Gavilán, y San Salvador, -también Santo Parroquial- con el Gallo como emblema. Estos contrincantes ya tenían cierta organización, pero no estaban consolidados definitivamente.

Por esta época ambos barrios contaban con un coro de cantores y tocadores de guitarra, bandurria, arpa, quijada de caballos, botijuela, corneta y clave, que salían para animar las festividades.

Trascendidas en el tiempo, actualmente se realizan los diseños de Carrozas y Trabajos de Plaza, siempre en el más absoluto secreto aunque hay espías que, durante la construcción de los diferentes elementos competitivos, filtran informaciones de los trabajos de sus barrios y comienza la gran maquinaria: carpinteros, electricistas, attrezzistas, vestuaristas, diseñadores, costureros, compradores, vendedores, pintores, decoradores, y trabajadores del Museo de las Parrandas Remedianas, el pueblo... todo aquí se vuelca en función del gran acontecimiento anual.

Es una tradición que convoca a especialistas, estudiosos, autoridades gubernamentales, y a todos los remedianos, que se suman al paso de la procesión. Las banderas de ambos bandos se enarbolan al frente del cortejo y acompañando a las congas. Estas entradas, en las que evolucionan los elementos, son alternadas por los contrincantes cada una hora aproximadamente de fuegos artificiales intensos.

San Juan de los Remedios, engrandeció e influenció el arte cubano: las Parrandas, con su eterna rivalidad entre dos, se extendieron a otros pueblos y ciudades, y es considerada una de las tres Fiestas Nacionales de nuestro país; como Patrimonio Cultural de la Nación.

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