El emplazamiento norteamericano en Guantánamo es actualmente un centro de prisión y tortura para cientos personas en una «cruzada» imperial contra el terrorismo. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:31 pm
GUANTÁNAMO, junio 22.—Coincidiendo con el aniversario 110 del establecimiento por parte de Estados Unidos de la ilegal base naval de Guantánamo, el 10 de diciembre de 2003, se publicará el libro Un Maine detenido en el tiempo: la base naval de Estados Unidos en la bahía de Guantánamo.
El texto, de la autoría de René González Barrios, director del Instituto de Historia de Cuba, se encuentra en fase de preparación por la editorial Verde Olivo, según reporta la AIN.
El intelectual definió esta obra como una obligación moral con la historia, el pueblo guantanamero y los soldados de la Brigada de la Frontera Orden Antonio Maceo, cuerpo armado custodio de la única frontera artificial de la ínsula caribeña.
González Barrios explicó que la existencia de ese enclave, foco de tensiones, agresiones y provocaciones, y trampolín para invasiones contra otros países del área, ha arraigado las convicciones antiimperialistas de los habitantes del extremo más oriental del país.
Desde 1898 hasta la fecha el Imperio ha fabricado muchos otros «Maines» para intervenir en el mundo, explicó el intelectual a propósito de la referencia al acorazado norteamericano en el título del libro.
La explosión de ese destructor en la bahía de La Habana, fue uno de los pretextos esgrimidos por la potencia norteña para iniciar la llamada Guerra Cubano-hispano-norteamericana, y frustrar la victoria del Ejército Libertador Cubano frente a España, la cual era inminente.
Como consecuencia de esa «mediación» oportunista y no solicitada, y fundamentalmente por la ayuda prestada por los mambises a las tropas de Estados Unidos, esta nación logró su propósito, derrotar a la metrópoli europea, y convertir a Cuba en neocolonia.
En «Un Maine detenido...» se explica en detalle cómo por efecto de la bochornosa Enmienda Platt, impuesta a la primera Constitución cubana a principios del siglo XX, los norteamericanos tomaron posesión de parte de la bahía de Guantánamo «hasta que lo necesitaren», o lo que es lo mismo, a perpetuidad.
El primer capítulo de la obra de González Barrios se nombra Historia de una usurpación. Otros se refieren a los crímenes cometidos en esa porción cubana de tierra, convertida actualmente en antro de torturas, y empleada, además, para dominar un triangulo estratégico conformado por Cuba, Puerto Rico y el canal de Panamá.