Las sinfónicas del país ofrecieron un viaje por la música nacional y universal. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:34 pm
Del violín a la percusión cubana, de la música clásica al son más tradicional, cada Feria Internacional Cubadisco nos adentra en ese amplio y rico diapasón sonoro de la Isla. Los fonogramas y los conciertos del evento que recién finalizó llevaron ese sello de cubanía que nos ilustra sobre cuánto talento puede encontrarse en la música nacional.
Esta última entrega del certamen culminó el domingo con tres cierres magistrales, que repasaron una buena parte de la diversidad melódica de nuestro país. Abrió esa jornada la gala de celebración por los diez años de Producciones Colibrí, en el Teatro Nacional; mientras para la tarde se reservaron el concierto Intimidad, del contrabajista Jorge Reyes y figuras femeninas de la canción, en el mismo lugar, y la singular unión de tres grandes orquestas en el Salón Rosado de La Tropical: la Aragón, la Original de Manzanillo y la Revé.
Resulta imprescindible señalar algunos aspectos generales que rigieron los nueve días del evento. El primero redondeó uno de los objetivos de Cubadisco: las presentaciones de las últimas producciones facturadas por las disqueras cubanas. En ellas se observa un marcado énfasis en la calidad del empaque y la música. Una tendencia signa a la mayoría de estos álbumes y es que se hacen acompañar de soportes audiovisuales, que muchas veces constituyen el producto principal.
Documentales, making off y conciertos se funden en una propuesta fonográfica enriquecida, además, con galerías de fotos de los protagonistas, y en ocasiones aparecen con un perfil didáctico: la partitura de la música contenida en el CD de audio. Todo un universo pensado para la comercialización y el disfrute.
Ahora que nos adentramos en términos de mercado, debo resaltar que, aunque incipiente, Cubadisco retomó esa vital arista de feria comercial de sus tiempos fundacionales. Esta vez el Pabellón Cuba fue sede de esta «modesta» feria, donde la Egrem, Bis Music, Producciones Colibrí y los Estudios Abdala expendieron sus volúmenes en ofertas preferenciales para la ocasión. También fue grata la noticia de que se vendieron allí instrumentos musicales. Las actividades en este recinto expositivo del Vedado habanero se extenderán hasta el venidero 2 de junio.
Como una muestra de revitalización de la industria fonográfica y que permite obtener altos resultados en la etapa final de la producción de un disco, fue recibida la inauguración de la primera sala de masterización y restauración de sonido del país, ubicada en los capitalinos Estudios Abdala, hecho que coincidió con la celebración de su aniversario 15.
El nuevo local cuenta con una poderosa plataforma de procesamiento de sonido en la que se combinan elementos analógicos y digitales de altísima calidad. De ahí que se evalúan las ventajas que podría brindar a instituciones que trabajan en la conservación del patrimonio sonoro criollo, como explicaron los técnicos encargados de hacer las operaciones de dicho establecimiento.
Uno de los momentos importantes del evento lo constituyó el encuentro de orquestas sinfónicas de la Isla. Con programas de un rigor técnico notable y el acompañamiento de reconocidos instrumentistas, las sinfónicas reverenciaron ese acervo nacional y universal con magistrales ejecuciones.
Dejo para el final dos aspectos igualmente significativos: el hecho de que Producciones Colibrí se alzara con la mayoría de los lauros en el certamen, y el número de conciertos organizados en plazas importantes de la capital, que confirma esa riqueza musical presente en el pentagrama nacional.
El «secreto» del éxito de Colibrí al obtener más de una veintena de lauros en Cubadisco 2013 —incluido el Gran Premio por la trilogía La canción cubana, de Miriam Ramos—, responde, según revelara a JR su directora Martha Bonet, a «la especialización que ha logrado nuestro pequeño equipo de trabajo, que ha permitido rediseñar estrategias en la producción de álbumes de alta calidad técnico-artística sin distinción de géneros, estilos, intérpretes y compositores».
Y en el caso de los conciertos es necesario mencionar que muchos de ellos fueron protagonizados por los nominados al premio del evento. Acogieron estas actuaciones espacios como el Pabellón Cuba, el Salón Rosado de La Tropical, el Palacio de la Rumba, y los teatros Nacional y Karl Marx.
De ellos, tres grandes espectáculos trascendieron. El primero fue Benny 50. Te quedarás, que organizó la Egrem en el Teatro Nacional en homenaje al Bárbaro del Ritmo y donde disfrutamos del regreso de la or-questa Estrellas de Areíto, agrupación cimera de las grabaciones de la disquera y que cuenta con la dirección de Emilio Vega.
Mientras Locos por la música, que festejó en el Karl Marx los 20 años de la disquera Bis Music y la agencia Musicalia, así como los 15 de su similar, Clave Cubana, exhibió agrupaciones y solistas del amplio catálogo de estas empresas pertenecientes a Artex. Asimismo, Brouwer flamenco descorrió las cortinas de la obra creativa del afamado guitarrista en un concierto del virtuoso instrumentista Josué Tacoronte, galardonado precisamente en el certamen, en el apartado de solista concertante.
Serán la percusión cubana y sus principales figuras, y Trinidad y Tobago como país invitado de honor, las pautas musicales de Cubadisco 2014, una fiesta que siempre sobrepasa la frontera de la discografía para acercarnos al quehacer musical de último minuto.