El Ballet del Teatro Bolshoi y el Ballet Nacional de Cuba danzarán al compás de una misma melodía este sábado en el escenario del Karl Marx, a las 8:30 p.m., como una oportunidad única para los amantes del arte universal.
Artistas del Circo de Rusia y del Circo Nacional de Cuba harán de la Carpa Trompoloco un trono para payasos, acróbatas y magos, durante este fin de semana, siempre a las 5:00 p.m., dando paso en las noches a una discoteca juvenil conducida por el DJ M. Grebenschikov y otros colegas de nuestro patio para poner a bailar a quienes se acerquen.
El director general de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, Roberto Chorens, pronosticó que este año la música en la Feria tendrá perspectivas especiales por la relación que existe entre ambos países. «Vladimir Ziva (director de la Orquesta Sinfónica de Rusia, que en esta ocasión guiará la nuestra) es recordado con cariño por los músicos que va a dirigir. Su presencia en el podio es un saludo al aniversario 50 de la emblemática OSN», apuntó.
La interpretación sinfónica llegará asimismo a Matanzas y Pinar del Río, mediante conciertos de maestros de la nación euroasiática que tendrán lugar también en el Conservatorio Amadeo Roldán, el día 13, a las 2:00 p.m., y la noche siguiente en el Teatro Mella, a las 7:00 p.m. Justamente en este último escenario actuará el 20 el popular trovador Polito Ibáñez.
El ya habitual espacio Conciertos antes del cañonazo anuncia las presentaciones, en la tardes de La Cabaña, de Yasek Manzano (día 12), David Blanco (13), Vicente Feliú y Sara González (14), David Álvarez (16), Moneda Dura (18), Gerardo Alfonso (19) y David Torrens (20).
Hasta mañana jueves, a las 6:00 p.m., en la sala Adolfo Llauradó se presentará la obra chilena Neva, mientras que para los niños el Teatro de la Orden Tercera del Convento de San Francisco de Asís mantendrá en cartelera (4:00 p.m.) las aplaudidas obras Pedro y el lobo, de Teatro de las Estaciones (13 y 14), e Y sin embargo, se mueve, de La Colmenita (20).
Este año, por supuesto, no faltarán la muestra de cine dedicada al país invitado de honor, ni las exposiciones plásticas y fotográficas que ocuparán las galerías de espacios como el Pabellón Cuba y la Biblioteca Nacional, con lo cual se complementa un programa donde se reverencia al buen arte.