Los Van Van, nominados por su última producción discográfica, La Maquinaria Autor: Kaloian Santos Cabrera Publicado: 21/09/2017 | 04:51 pm
Fiel a su voluntad de asimilación, cita, homenaje, choteo y transtextualidad, el slogan del festival del videoclip cubano Lucas 2009 viene siendo «desde arriba, Lucas te mira», cuyas diversas interpretaciones los organizadores han legado, como siempre, al espectador perspicaz.
Tampoco importa demasiado, digo yo, encontrarle un sentido unívoco y axiomático a la siempre renovada contraseña del programa, pero sí debiera concernirle —cuando menos a todos los interesados en el desarrollo del audiovisual cubano— el relieve estético, la eficacia cultural y el poder de convocatoria que han conquistado la mayoría de las obras recientemente nominadas en las 21 categorías para unos premios que se conferirán el 27 y el 29 de noviembre en el teatro Karl Marx.
Porque desde arriba o desde abajo, en encuadre estático o en travelling, en un solo plano o en «picotillo» de 40 tomas, en colores chirriantes o en discretísimo blanco y negro, las obras nominadas este año colocan cierre dorado a otro período de sostenida inquietud creativa y manía de asombro.
Claro, las nominaciones apuntan a una primera selección de los mejores entre un conjunto que sobrepasó los 160 títulos (de acuerdo con el parecer de un grupo de especialistas, cuyos argumentos nunca aspiraron a conseguir el consenso universal), y los premiados, en noviembre, determinarán el grupo élite dentro de un panorama que, insisto, trascendió por su renovada promesa de profesionalidad y modernidad para una televisión que cada año se distingue menos, precisamente, por la novedad de sus imágenes y la insurgencia de sus propuestas estilísticas.
Al cambiarse, este año, para mejor, el sistema de votación de los jurados por las nominaciones y premios, ambos resultados manifiestan mayor coherencia y solidez. Por ejemplo, habida cuenta del alto nivel de la competencia, se escogieron siete videos como los mejores del año, y todos ellos, absolutamente, fueron elegidos en muchas otras categorías: Revolución (Raúl Paz), Siempre llueve (Evaristo y Telmaris), Con la misma loca (Charanga Habanera) y Bailando suiza (Harold López-Nussa) alcanzaron seis postulaciones cada uno; Rincones (René Ferrer) acumuló cinco, y en cuatro categorías logró figurar Nada (Jacqueline Bell).
El único multinominado (en cinco categorías) y luego excluido de las listas de los más notables del año fue Las cosas (Dj Raciel), singular animación de diversos objetos domésticos, confabulados en una expedición nocturna, que contó con el favor de los jurados en cuanto a ópera prima, animación, instrumental, banda sonora y artista novel.
Independientemente de preferencias por una u otra estética, gustos personalísimos y apasionamientos particulares, puede afirmarse que cualquiera sea el elegido final, estamos en presencia de siete u ocho interpretaciones sagaces del concepto audiovisual que tan grandes huellas ha dejado en nuestra época.
La acumulación surrealista de imágenes, acontecimientos y símbolos seculares en el raudal figurativo de Revolución, la fuerza dramática de los efectos especiales, la dirección de arte, o el virtuosismo de la foto y de las actuaciones en Siempre llueve; la sorprendente combinación de grandes momentos y protagonistas del cine de gángster norteamericano con el performance intencionado de los solistas charangueros en Con la misma loca; los diversos estilos de animación, convenientemente acoplados a la música, y a una historia mínima y gimnástica en Bailando suiza; y la mesura de una belleza esencial, aunada con la frugal emotividad de Rincones, constituyen algunos de los momentos que, sin dudas, sellarán hitos en el audiovisual cubano de signo musical e intención artístico-comercial de la última década.
Si cada uno de los videos elegidos como los mejores del año da cuenta de la alta calidad conquistada en diversas especialidades y géneros, la viceversa no se cumple siempre. Es decir, que hubo algunos epígrafes cuyos elegidos no alcanzaron a insertarse entre los preferidos del jurado. La expedita y barroca paráfrasis del star system televisivo que es Si yo pudiera (Isis); la historia naif, bucólica y cucalambeana de La guayabera (Conjunto de Cuerdas de Roberto); la perturbadora y anómala parafernalia folclórico-religiosa de Canto a San Lázaro (Grupo Hipálage); el vehemente y energético, minuciosamente grabado y editado, video de concierto —modalidad francamente desfavorecida por buena parte de los jurados—que es Catalejo (Buena fe); y ese homenaje nada cándido ni acrítico a los dibujos animados, principalmente soviéticos, que es Koniec (Alexis de la O) se hallan, según creo, entre los títulos con méritos suficientes como para figurar en cualquier otro catálogo exclusivo de realizadores, fotógrafos y editores muy talentosos, merecedores de público reconocimiento, aunque al final alcanzaran menor número de votos y postulaciones.
A notar también el triunfo merecidísimo —independientemente de las decisiones que conoceremos el próximo noviembre— del binomio Orlando Cruzata-Rudy Mora, quienes dirigieron dos videos máximos acumuladores de nominaciones, en tesituras completamente distintas (Revolución y Arrollando por la ciudad), y la recuperación cabal y convincente de otro dueto, Julio César Leal e Ismar Rodríguez, clasificados con plena legitimidad entre los mejores por Con la misma loca, en un «chorro» de renglones: efectos visuales, edición, dirección de arte, música bailable, dirección y mejor video del año.
También entusiasma la sugestiva ópera prima de tres muy valiosos diseñadores: Raupa, Nelson Ponce y Edel Rodríguez, en Bailando suiza, además de la significativa participación de algunos realizadores en otros rubros creativos: además de regentear el producto final, Lester Brito diseñó los efectos visuales y la dirección de arte de Revolución; Ismar Rodríguez la edición y los efectos visuales de Con la misma loca, Julio César Leal la dirección de arte del antes mencionado, o Bilko Cuervo la virtuosa fotografía de Nada.
En cuanto a los videos más populares hubo solo un 20 por ciento de coincidencia con los votos del jurado especializado. Solo Revolución, de Raúl Paz, y Con la misma loca, de Charanga Habanera, coincidieron en ambas selecciones. Por lo demás, el público volvió a elegir los videos que considera mejores a partir de cuánto le place el intérprete, lo cual no está ni bien ni mal, simplemente así ocurre. Y digo que no está mal del todo ese criterio, porque nadie debe olvidar que una de las funciones capitales del videoclip consiste en promocionar o hacer popular a determinado intérprete y canción. De modo que los elegidos en esta lista también cumplieron a cabalidad con lo que entendieron como la función suprema del videoclip.
Dominan la lista de los más populares dos realizadores: Santana y Alfredo Ureta. El primero realizó Yo te enseñé (Gente de Zona), El calentico (Kola Loka), Si no te quieres tú (Van Van) y La estafa del babalao (Kola Loka). Así, Santana parece ser el realizador más solicitado por los intérpretes más populares. Ureta dirigió Gozando en La Habana (Charanga Habanera) y Era mi aire (Buena fe).
El fiestón de Lucas incluye, del 26 al 29 de noviembre, además de las dos galas mencionadas, donde se despejarán todas las incógnitas, las proyecciones de videoclips en el Pabellón Cuba, el parqueo de Coppelia y en el Parque de los Artesanos, el Lucas Móvil, que se estará desplazando por la calle 23 con pantallas portátiles. También habrá actuaciones de grupos de pequeño formato y trovadores en el Centro Cultural Fresa y chocolate, frente al ICAIC... Propuestas como para no perderse pues no podemos olvidar que, desde muy arriba, Lucas sigue mirando.