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Foto: Franklin Reyes En los años 40 del siglo pasado cuando escribía sus primeros versos, Fina García Marruz no imaginó que, décadas más tarde, recibiría el homenaje de toda una nación al dedicársele, en este 2009, la 18 Feria Internacional del Libro. Pretexto ideal para que un grupo de intelectuales, amigos y familiares de la poetisa y ensayista se reunieran en el Centro de Estudios Martianos de nuestra capital con el «imposible» de intentar atrapar en palabras el inmenso caudal de su obra.
No podía ser mejor el espacio escogido, pues allí, junto a su esposo, el también poeta e investigador Cintio Vitier, esta creadora inmensa ha desarrollado una amplia labor de indagación sobre la acción y el pensamiento del Apóstol.
El poeta Roberto Fernández Retamar, junto a los estudiosos Ivette Fuentes, Carmen Suárez, Pedro Pablo Rodríguez y Enrique Saínz recordaron pasajes del devenir intelectual de la galardonada en 1990 con el Premio Nacional de Literatura. Asimismo, se presentaron sus libros Estudios Delmontinos, Poesías y Ensayos.
Josefa García nació con el don de la literatura. Posee una visión desconocida de lo evidente y una forma genuina de creación, que escapa de lo intrascendente y «rehúsa toda palabrería hueca», expresó Enrique Saínz, quien prologó la obra poética que se presenta en esta gran fiesta del libro y la literatura.
Fueron muchos los elogios profesados a Fina esa mañana. El que más sintetiza su alcance y trascendencia dentro del panorama de la literatura contemporánea, fue el expresado por Fernández Retamar, quien aseguró que ella es la más grande poetisa de nuestra lengua viva. En su obra lírica despliega una capacidad de intensidad sobrecogedora.
A la Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2007, se le considera una fina poeta. Sus textos atrapan por la simplicidad de elementos, las metáforas que escapan de toda complejidad y la capacidad de captar lo estético de lo exterior.
Fina García Marruz ve la vida con los ojos del alma y busca más allá de las entrañas del ser. Escribe acompañada de la huella que dejó en ella José Martí. Fina transita inquieta por el sendero de las letras y entrega corazón y vida por ser genuina.
