Una representación de los Chuineros de Baní, provenientes de la República Dominicana, impresionó a los asistentes a la XXIX Jornada Cucalambeana que tuvo lugar en Las Tunas, mediante una auténtica muestra de las tradiciones del vecino país caribeño, al cual se le dedica esta edición.
El Teatro Callejero de República Dominicana protagonizó en el centro de la ciudad uno de los momentos más importantes del evento. Foto: Ernesto Rojas «Nuestra delegación es una muestra del arte popular dominicano», declaró Avelino Stanley, Sub-Secretario de Estado de Cultura. «Trajimos, además de los Chuineros de Baní, una exposición de plástica, un grupo de teatro callejero, bailarines folclóricos, decimistas, y un conjunto musical que interpretará temas tradicionales del merengue, la bachata y el son».
Al respecto, Franklin García, vice-rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, expresó que entre su país y Cuba existen muchas raíces comunes. «La cultura antillana tiene la riqueza de Europa, África y de todos los continentes, y eso también se expresa en las décimas».
Nos unen además lazos históricos, afirmó Mirtha Pimentel, directora de cultura de Baní. Máximo Gómez es nuestro héroe. Nosotros lo admiramos y lo valoramos el doble porque nació allá. Y nos sentimos muy agradecidos por cómo los cubanos elogian al Generalísimo.
Uno de los espacios que estrenó la XXXIX edición de la Jornada Cucalambeana es la celebración de una mesa redonda sobre la preservación y difusión de las culturas populares tradicionales, la cual contó con la participación de destacados estudiosos cubanos y extranjeros.
El foro interactivo Influencia de la música tradicional en la formación de la identidad cultural, ferias de artesanía, exposiciones pictóricas, presentaciones de libros, canturías y peñas culturales, son otras de las actividades que engrandecen la Jornada.
La actuación de la delegación camagüeyana, territorio al cual también se le dedica esta edición, sobrepasó las expectativas. Amorosa Guajira fue la principal actividad protagonizada por la delegación agramontina, la cual estuvo amenizada por artistas aficionados y profesionales quienes mostraron mucho de la idiosincrasia de la hermana provincia.
Los camagüeyanos también participaron en el Encuentro de Danzas Campesinas, el concurso de improvisación Justo Vega, el certamen de laudistas y otros espacios.
Adoro el punto cubanoMaría Teresa Linares Savio. Foto: Pastor Batista Una de las figuras más esperadas del evento fue la prestigiosa investigadora cubana María Teresa Linares Savio. La eminente musicóloga, Premio Nacional de esa especialidad, advirtió con celo sobre los lunares de la tradición musical campesina. «Hay cientos de tonadas que están olvidadas y restringidas por el mismo cantador», apuntó.
«La décima es un género que permite al hombre desenvolverse en una estrofa que tiene condiciones no solo para decir una idea en diez versos, sino para continuar ese pensamiento en muchos más. Su estructura, como estrofa hablada, tiene una serie de acentos y cadencias que la hacen fascinante.
«Adoro el punto cubano y lo disfruto tanto como la música sinfónica, de concierto, electroacústica, y demás. Pero el punto cubano lo llevo intrínsicamente en mi cultura».
La doctora Linares Savio se refirió también al encasillamiento que sufre la música campesina tanto en programas radiales y televisivos como en las producciones discográficas. «¿Por qué tiene que ser la misma vertiente? En la radio tú cambias de una estación a otra y oyes la misma melodía repetida. ¿Por qué no se pone música campesina en un horario preferencial, o a jóvenes interpretando este género, si los hay brillantísimos? hay que ver lo que yo he visto aquí, cómo gusta la décima y cuántas maravillas son dichas a través de ella. Las Tunas realiza un gran evento. Que eso no lo dude nadie».