De manos jóvenes, ofrendas florales de la máxima dirección del país honraron a los caídos el 30 de noviembre de 1956. Autor: José Emilio Oliveros Publicado: 30/11/2024 | 11:17 pm
SANTIAGO DE CUBA.— En otra demostración de compromiso con su historia, pioneros destacados reeditaron al amanecer de este 30 de noviembre, en sus propios escenarios, los principales hechos del levantamiento armado de Santiago de Cuba en apoyo al desembarco del yate Granma, a 68 años del hecho.
Con lápices gigantes en la mano, en magnífica demostración de futuro, los estudiantes de primaria y secundaria básica rememoraron simultáneamente el asalto a la estación de la Policía Nacional, en la Loma del Intendente y de la Policía Marítima, en La Alameda santiaguera.
En homenaje a Pepito Tey, Tony Alomá y Otto Parellada, caídos en aquel amanecer de coraje vede olivo, fueron depositadas ante la tarja que perpetúa su memoria en la Loma del Intendente ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, y del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
De manos de las nuevas generaciones, se colocaron igualmente arreglos florales del presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, Esteban Lazo Hernández; del pueblo de Cuba y de los familiares de los caídos.
En la Loma del Intendente, principal escenario de los combates en aquella mañana, cuando se estrenó por primera vez el verde olivo, entre banderas cubanas y del 26 de julio se le dedicaron versos, danzas y canciones a la gesta, en ceremonia presidida por la primera secretaria del Partido en la provincia, Beatriz Jhonson Urrutia; y el gobernador, Manuel Falcón Hernández, entre otros dirigentes.
Durante el homenaje, que tuvo un acto similar en la Policía Marítima, cercana a la bahía santiaguera, nuevos militantes del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas recibieron el carné que los acredita como tal, y las nuevas generaciones ratificaron que siguen siendo fieles a aquellos que, comandados por Frank País, y en nombre de la libertad, pusieron al día el brazalete rojinegro.