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Alianys y Emily ponderaron la necesidad de continuar desarrollando eventos de este tipo para la superación de los más nuevos. Autor: Edel Alejandro Sarduy Ponce Publicado: 26/04/2023 | 10:53 pm
Aliany Isabel Peña Montero, estudiante de Comercio del politécnico Cándido González Morales, de Camagüey, fue la participante más joven del Primer Coloquio Científico y de Técnicas Comerciales de las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ), celebrado recientemente en La Habana. «Fue una experiencia y un aprendizaje muy enriquecedor para mi vida personal, escolar e, incluso para mi futuro profesional», confiesa a Juventud Rebelde.
Y añade que le dio mucha satisfacción «tanta ciencia, tanta innovación, buscando con cada ponencia ofrecer herramientas para apoyar al país, para que mejoren los servicios. Fue un espacio donde se aportó y, al mismo tiempo, coexistimos muchachos de diferentes generaciones, pero con metas muy comunes. Todavía no me creo tampoco haber competido con personas de un ámbito laboral, con más experiencia».
Aliany participó en el evento desde la comisión Gestión del comercio, con un trabajo dirigido a potenciar la economía cubana implementando las ventajas ofrecidas por las Tecnologías de la Información y la Comunicación. «Los procesos digitales, los servicios electrónicos, la comunicación en red, constituyen pasos muy importantes a continuar perfilando», destacó.
La adolescente resalta el magnífico trabajo realizado por las BTJ, por la inclusión de jóvenes en el campo de la ciencia y la técnica, con un enfoque no solo dirigido a la teoría, sino con oportunidades de desempeño práctico. «Las Brigadas reflejan la verdadera esencia del hacer, aportar y a la vez, combinar todo el trabajo con la recreación propia para mantener nuestra motivación».
Por su parte, otro rostro de los más nuevos en el coloquio científico fue el de Emily Carmen Brea Gálvez, también alumna del Cándido González Morales. La joven presentó su ponencia en Informatización, y no solo se llevó a su hogar la experiencia como una de las participantes de menor edad, sino el tercer lugar correspondiente a su comisión.
«Fue un momento muy emocionante cuando en la premiación escuché mi nombre, porque se reconocía, además de mis noches de desvelo y dedicación, mi aporte al comercio electrónico como base para la informatización de las plataformas de pago, a través del potenciamiento de una página web», afirma la joven, quien se considera «una chica sencilla, creativa», pero «bastante introvertida».
Ella, a quien le apasiona el Comercio, asegura que «la juventud es el eslabón fundamental en el desarrollo de la ciencia, la técnica y cualquier sector del país en general, pues otorgamos una visión más arraigada a los tiempos actuales, en los que nos desenvolvemos diariamente, por tanto, esos conocimientos en unión a la perspectiva de las personas con más experiencia, pueden conformar un verdadero pensamiento crítico», manifestó.
La estudiante resalta la unión como principal vía para mejorar el comportamiento del comercio cubano, la fusión de ideas, soluciones o medidas. «Yo creo que el sector puede mejorar si nos reunimos todos, crear páginas web, incrementar las tiendas virtuales que requieren menos trabajadores y ofrecen más ganancias a los negocios. Mi trabajo constituye un pequeñito aporte, pero imaginemos cientos de esas contribuciones desde nuestra posición como jóvenes, la inmensa ola de ideas que pueden surgir a partir de ahí».
Aunque Emily y Aliany en sus visiones reflejan puntos particulares en la solución de los problemas, con respecto al comportamiento de los jóvenes, sus posiciones están construidas sobre un mismo ideal, aportar, formar parte de los procesos nacionales. Ambas muchachas constituyen dos rostros diferentes de una juventud innovadora.
Alianys y Emily ponderaron la necesidad de continuar desarrollando eventos de este tipo para la superación de los más nuevos.
