Con el ejemplo y la inquietud en el pecho

-BÁGUANO- «A un joven comunista lo tiene que distinguir la sensibilidad humana y ante los problemas, debe ser combativo, tener inquietud revolucionaria, distanciarse del conformismo. La juventud tiene que innovar, utilizar la inteligencia colectiva (…) La organización no puede volverse reunión y cotización, somos sus militantes los que tenemos la responsabilidad de mantenerla viva, creando, impulsando, funcionando, al frente de las tareas más complejas».

La certeza anterior fue compartida por Diosvany Acosta Abrahante, primer secretario del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), al dialogar con jóvenes trabajadores del Central Azucarero Fernando de Dios, en el municipio holguinero de Báguano.

Acosta Abrahante participó igualmente en una asamblea de ejemplares donde tres jóvenes, por sus condiciones y méritos laborales, fueron considerados para iniciarles el proceso de crecimiento a las filas de la UJC. Luego del espacio orgánico, el dirigente juvenil recorrió áreas del central, enclavado en la comunidad de Tacajó.

En intercambio directo con los aquí presentes se nutrió de sus experiencias en la obtención de azúcar y sus derivados, también conoció de la contribución energética que tributa la entidad a la provincia, indagó en las retribuciones salariales, y exhortó a construir turnos productivos, que estén integrados por jóvenes y resulten eficientes para las ganancias de la empresa.

Posteriormente, la máxima dirección de la UJC recorrió la sede pedagógica de la Universidad de Holguín, y participó en un encuentro con militantes de esta casa de altos estudios. Conoció que todos los miembros del comité de base se han vinculado en tareas de impacto social, apoyando al desarrollo económico-social del territorio y en la contención de la COVID-19.

«No somos una organización abstracta ni alejada del palpitar de la sociedad —afirmó Diosvany Acosta—, lo que ustedes han hecho demuestra que lo más importante en un joven comunista es ser ejemplo, participar».