La posición de las autoridades es hacer cumplir con rigor lo establecido ahora para los transportistas privados. Autor: Laura Brunet Portela Publicado: 05/08/2019 | 08:52 pm
CIENFUEGOS—. «No es cosa de ahora pa’ ahorita. Desde hace como tres meses están coqueteando con eso, hasta que dejaron el pasaje de las máquinas a 20 pesos», dijo Carlos Sarría Ortiz, quien con frecuencia viaja a Palmira.
A pesar de la paliza que asesta al bolsillo pagar 60 pesos para llegar hasta su casa en Santa Clara casi a diario, viajeros como la joven Rocío Santana Jiménez abarrotan las piqueras. «Los pasajes en ómnibus nacionales no están fáciles, muchas veces no me queda más remedio que ir en máquina porque el transporte público no da abasto», expresó la muchacha.
Los precios crecieron en cinco, diez pesos y hasta el doble del costo habitual. Camiones de pasajeros, mototaxis, máquinas y coches han aumentado la tarifa de su servicio. Y no solo en Cienfuegos, también en otras provincias como Pinar del Río y Santiago de Cuba, en las que por suerte se han topado los precios.
«El transporte de carga por tracción animal o de pasajeros no ha sufrido cambios en materia de tributos de acuerdo con la Ley 113 del Sistema Tributario Cubano», aclaró Maileicys Cruz Pérez, funcionaria de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT). No puede utilizarse entonces el aumento de los impuestos como justificación para subir el costo de los viajes.
Sin recelos ante la grabadora —pudiera decirse que hasta deseosos de hacerse escuchar—, varios conductores de las piqueras oficiales de Palmira, Cruces, Santa Clara y Cumanayagua plan-tearon causas, razones y consecuencias del cambio de precios.
A mal tiempo...
—¿Es verdad que subieron los pasajes? interpelamos con ingenuidad.
—Por supuesto, 30 a Cruces, y 60 a Santa Clara, explicó uno de los choferes reunidos en la esquina de la piquera de los autos hacia la urbe villaclareña.
Sin muchas pausas en su discurso confirmó, como sospecha el pueblo, que no es el anunciado aumento salarial la causa de la que se hayan elevado los precios de los tramos. Muchas cosas han cambiado para los transportistas privados desde que se han ido eliminando los salideros del combustible estatal hacia el mercado negro con fuertes medidas de control por parte de las autoridades.
«Ahora pago 25 pesos por cada litro de petróleo en el Servicentro; antes lo compraba por la calle a diez pesos, ilegal —destacó un conductor que prefirió no revelar su nombre—, pero eso lo sabía todo el mundo».
«Ya ni aunque te atrevas a pagarlo aparece una gota de petróleo, y si te cogen con él vas preso y puedes perder hasta el carro», expuso otro de los choferes dueño de una máquina de seis plazas que «botea» para Santa Clara.
Con más que invertir, y según ellos, mucho menos que ganar, no les ha quedado otra opción que llegar a un consenso grupal para que cuadre «la lista con el billete». A raíz de esto se convocó un encuentro con todos los transportistas privados con la participación del Partido y el Gobierno, para «llamarlos a la conciencia y hacer un trabajo político-ideológico, porque el problema es que ellos funcionan sobre la oferta y la demanda», declaró Arnaldo González Ramos, director de la Unidad Estatal de Tráfico, que supervisa la actividad cuentapropista del sector.
La respuesta no fue la esperada. «Nos paramos y dijimos que no íbamos a “tirar” más pasaje porque no da. Entonces, ahí mismo planteamos los nuevos precios y estuvieron de acuerdo. Eso está así autorizado por ellos mismos», manifestó un joven que conduce un almendrón hasta el municipio de Cruces.
«Saca cuenta —nos invitó uno de los reunidos en aquella esquina—, el Estado nos cobra un impuesto, pero no nos asegura nada. Las gomas las tengo que comprar por la calle a 150 CUC cuando aparecen o alguien las trae de afuera. El colmo es que el otro día tuve que comprar 3 000 pesos de tornillos y todos me cabían en el bolsillo».
Y aunque el cálculo parece bastante apretado, no menos ceñido está el de quienes necesitan el servicio e ingresan tanto menos que ellos. Hasta este lunes, en que entraron en vigor los precios y tarifas topadas por el Consejo de la Administración Provincial (CAP), la subida no representaba infracción alguna, ratificó González Ramos.
Alfredo Hernández Villa hace tres meses detuvo su auto «para pasarle un poco la mano», pero todavía es de los habituales en la piquera de Palmira, ahora como pasajero. Para este conductor el criterio de oferta y demanda «deja mucho a la conciencia de los choferes para que bajen los precios. Esto da hasta pena, porque aquí montan personas con poder adquisitivo, pero también el estudiante, el maestro, el médico. Todo no puede ser dinero».
El caso de los coches de tracción animal es harina de otro costal, pues a sus conductores las presiones por el combustible les son ajenas. De acuerdo con declaraciones de Leticia González Padrón, subdirectora de la Dirección Provincial de Finanzas y Precios, organismo rector del Observatorio de Precios en Cienfuegos, desde el año 2017 los coches tienen tarifa topada por el Consejo de la Administración Municipal en dos pesos para el pasaje.
Cuenta Sarima Martínez Terry, asidua a la piquera del Consejo Popular Arizona, que «han llegado a un punto en que no quieren cargar ni por un peso ni por dos. Ahora, única y exclusivamente son alquilados, y eso llegó para quedarse».
Pero el cobro del arriendo es oferta y demanda, «mutuo acuerdo entre ambas partes», explica González Ramos, directivo de la Unidad Estatal de Tráfico.
En recorrido por los puntos oficiales para los coches de tracción animal, los inspectores de la Dirección de Inspección y Supervisión (DIS) solo han detectado, como infracciones e ilegalidades, a personas en el ejercicio de la actividad sin licencia, según declaró Yunisley Caso González, jefa de grupo de la DIS.
Aunque dedicarse solo a los alquileres rompe con su función social como transportistas, por esta razón no han sido amonestados. «Hemos recibido quejas de que están cobrando los alquileres a 15 pesos, pero eso es otra cosa y se va de nuestro control», reconoció González Ramos.
Tras la presentación de la propuesta de precios y tarifas para el servicio de transporte automotor de pasajeros en Cienfuegos, y su aplicación, «ahora lo que hace falta es que se cumpla lo que se aprueba aquí. Tenemos que involucrar a la población, crearle mecanismos al pueblo para que hagan sus denuncias para actuar con firmeza como ha sido indicado», dijo Alexander Rodríguez Corona, vicepresidente primero del CAP.
Topar los precios es una medida que en la Perla del Sur ya ha sido aplicada a los trabajadores por cuenta propia que se dedican, por ejemplo, a la venta de productos agrícolas, aunque ha tenido no pocos escollos para hacerse cumplir. A partir de esa experiencia y con esta nueva decisión para los transportistas privados, la posición de las autoridades es que se hará cumplir con rigor: «al que no cumpla lo establecido le retiramos la licencia, eso no necesita más explicaciones. No podemos permitir que se sigan aprobando políticas de precios para ser violadas», destacó Rodríguez Corona, vicepresidente primero del CAP en Cienfuegos.