En las comunidades también lucen sus mejores galas los aficionados. Autor: Periódico Victoria Publicado: 05/08/2019 | 10:32 pm
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— Con un llamado a la integración de los instructores de arte con los factores de la comunidad, en aras de crear proyectos que tributen a la formación, educación y desarrollo de las artes, la identidad local y nacional, se celebró recientemente en este territorio el Consejo Municipal de la Brigada José Martí.
En diálogo con los pineros, Liliam Mendoza Estrada, presidenta de la Brigada, recalcó el compromiso de esa organización para transmitir códigos culturales y los valores más genuinos de la nación a los ciudadanos en su entorno habitual, con el fin de establecer un gusto estético que distinga lo útil de lo banal.
«Nacimos como un ejército de profunda vocación social y así nos deben distinguir la entrega, la sensibilidad, el trabajo diario… Por eso es importante aprovechar las potencialidades en las comunidades y proponer proyectos sólidos, que sean sostenibles en el tiempo y tributen a su vez a las necesidades espirituales de la población», dijo.
Los participantes coincidieron en señalar que en Isla de la Juventud el principal problema está en el éxodo de algunos miembros, especialmente los vinculados con la Dirección Municipal de Educación, en cuyos centros se gestan y desarrollan la mayoría de las propuestas de talleres y creación de unidades artísticas de la comunidad.
Sobre ese asunto, Carlos Silveiro, jefe del Departamento de Organización del Sistema de Educación en el territorio, argumentó que esa situación se debió a incomprensiones de algunos directivos de la misión formadora de los brigadistas. «Para el próximo curso escolar los estamos convocando a integrarse al proceso de perfeccionamiento que se desarrolla en cada enseñanza, porque ustedes son una pieza imprescindible para la configuración de la personalidad de los educandos, por ser portadores de las herramientas que ofrece la cultura para formar», comentó.
En la reunión también fue reconocido el trabajo de las «guerrillas» de verano, las cuales visitan asentamientos de difícil acceso o alejados de la cabecera municipal para regalarles a sus moradores momentos de alegría, creación, danza y teatro.
El debate fluyó de manera diáfana y esclarecedora en cuanto al rol de la Brigada para otorgar avales, e incluyó inquietudes profesionales de los jóvenes, quienes, además de trabajar como brigadistas, pertenecen a unidades artísticas. «Primero usted debe ser un buen instructor de arte, cumplir cabalmente con los compromisos y misión que tenemos, y luego de merecerlo, y si tiene la calidad necesaria, se le aprueba la posibilidad de hacerse profesional», subrayó Mendoza Estrada.
También se debatieron temas relacionados con la superación de los instructores, creación artística, la comunicación… y se evocó el pensamiento de Fidel Castro, quien hace 15 años definió a la Brigada como un ejército de la cultura y a sus integrantes como formadores de excelencias en el arte.