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José Antonio Echeverría. Autor: Archivo de JR Publicado: 15/07/2019 | 11:43 pm
José Antonio Echeverría, cariñosamente llamado «Manzanita» o «el Gordo», nacido el 16 de julio de 1932, sigue vivo en la sonrisa de cada joven cubano que hoy puede disfrutar de una Cuba como la soñaron él y sus compañeros de lucha.
Fue inquieto, vivaracho, apasionado de Benny Moré, del fútbol y de la filatelia. Estudiante de Arquitectura y al mismo tiempo, aficionado al teatro, la danza, las artes plásticas. Líder indiscutible entre los universitarios y vehemente defensor de los humildes, a quienes el Gobierno del dictador Fulgencio Batista ignoraba.
Fue el mismo que padeció golpes, heridas, persecuciones, sin que ello lo hiciera abandonar la idea de liderar un levantamiento armado contra la tiranía como lo fue el del 13 de marzo de 1957. Presidente de la FEU y secretario general del Directorio Revolucionario asaltó Radio Reloj mientras otros miembros de la organización ejecutaban las acciones en el Palacio Presidencial.
No tuvo miedo nunca. Ignoró el valor de su vida cuando avanzó sobre una perseguidora y disparó por la ventanilla. Cayó al suelo, volvió a pararse sobre sus rodillas, sacó el revólver que le quitó a un soldado, volvió a disparar y justo en ese instante, una ráfaga lo remató. Sin embargo sigue subiendo como un sol La Escalinata como nos dijo Carilda Oliver Labra, en el poema A José Antonio Echeverría, que escribió en 1958:
Vuelves
armado de tu lápiz,
haces tu posta en los amaneceres
subiendo como un sol La Escalinata:
¡que no te asesinaron nunca,
que no pueden contigo los cobardes,
que no te han hecho nada!
porque nadie ha sabido detener el alba;
y regresas cantando
de nuevo hacia la lucha,
y animas los fusiles en la sierra,
poderoso,
absoluto,
vivo ya para siempre,
en una carcajada de combate
que se deshace en balas.
(fragmentos)
