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Cadetes en «prueba de fuego»

La salida en campaña que realizan los cadetes de años terminales de las instituciones de nivel superior de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, es el momento en el que confluye todo lo aprendido en las aulas y se ponen de manifiesto valores como la disciplina, el compromiso, la firmeza, el rigor y la solidaridad

 

Autor:

Monica Lezcano Lavandera

La vida en campaña es realmente dura. Adaptarse al monte, a los insectos, dormir en chabolas, cocinar al aire libre, montar puestos médicos, trincheras, áreas de estudio, enfrentarse a la oscuridad de la noche… Sin embargo, cerca de 15 días cadetes de años terminales de las instituciones docentes de nivel superior de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) —quienes aspiran a graduarse en junio— aprenden a sobrevivir con las condiciones mínimas.

Los jóvenes organizan la logística, se desempeñan como jefes de pelotones y escuadras, dirigen sus propias acciones, trazan estrategias y solucionan los problemas técnicos, similares a los que pueden darse en una situación real. Es un momento decisivo, y ellos lo saben.

Juventud Rebelde pudo desandar junto a estos cadetes los espacios del campamento del Centro de Estudios del Ejército Occidental Jejenes, lugar en el que convivieron las tropas procedentes de la Universidad de Ciencias Médicas de las FAR, del Instituto Técnico Militar (ITM) José Martí, de la Escuela Interarmas de las FAR General Antonio Maceo y de la Escuela Militar Superior Comandante Arides Estévez Sánchez, estas tres últimas poseedoras de la Orden Antonio Maceo.

En jejenes estuvieron desde finales de febrero para demostrar, en cada tarea asignada, las acciones necesarias que tributan a su formación y para asumir con disciplina su función ante cualquier agresión que amenace la seguridad de nuestro pueblo.

En tal sentido, el coronel José Antonio Carballal Liermo, subdirector docente del ITM y dirigente de la salida en campaña, afirmó que en los diferentes escenarios improvisados de batalla se les asigna a los alumnos una misión en la que deben actuar con seguridad y precisión. De esta manera pueden comprobar habilidades, conocimientos y capacidades adquiridas durante la preparación docente, dijo.

Los cadetes toman decisiones oportunas y eficientes durante su salida en la campaña. Foto: Abel Rojas Barallobre

Una muestra de sacrificio

Dio regocijo ver cómo realizan sus ejercicios cada uno de los cadetes. La maniobra es una muestra del sacrificio que hay que hacer, al tiempo que prepara sicológicamente a los futuros oficiales para las condiciones de un enfrentamiento armado. Así lo aseguró Norisleidy García Hernández, quien cursa el 5to. año de Telecomunicaciones en el ITM.

Ella forma parte de la agrupación de avanzada que alistó las comunicaciones de los complejos coheteriles, que garantiza así una de las principales misiones en tiempo de paz y de combate: asegurar el mando y la dirección de las tropas.

«Entre nuestras tareas estuvo la construcción de nuevas y seguras líneas de comunicación; también la defectación de todos los equipos con los que trabajaríamos, lo que nos permitió probar nuestra capacidad para hacer frente a cualquier adversidad», agregó la joven.

Ante los retos que implica enfrentarse a la vida en campaña, Norisleidy explica que las enseñanzas obtenidas hasta la fecha le permitieron vencer todos los obstáculos del terreno, pues aunque había participado en otras maniobras y actividades prácticas, fue aquí donde realizó su mayor prueba de fuego.

Otros jóvenes añaden que este ejercicio brindó la posibilidad de trabajar con los medios de combate, con la técnica blindada, y preparar el armamento para realizar el tiro, así como los valores necesarios para que no abandonen el combate y no se rindan, aunque se queden solos.

En los diversos escenarios en los que se desarrollan los jóvenes, cuentan con un respaldo que los exhorta a sentirse cada día con más ánimo. Son las relaciones interpersonales que concretan con sus compañeros de otras especialidades e instituciones docentes.

«Aquí conviven como si fueran una gran familia. Las amistades que surgen, el trabajo en equipo, es lo que les posibilita desarrollar mejor sus tareas, pues se apoyan y se complementan, ya que no todos son de la misma especialidad», explica el capitán Renato Roldán, jefe de la pequeña unidad de Comunicaciones del ITM.

Añade que, jóvenes al fin, buscan alternativas para divertirse y despejar un poco de la carga que les impone una situación de campaña. «En el campamento hay una Disco Jejen, en la que ponemos música, y tenemos diferentes juegos de mesa y libros para los que deseen acercarse a ellos».

Destrezas sobre el terreno

Las mujeres protagonizan el combate en cada uno de los escenarios. Foto: Abel Rojas Barallobre

Listos para las adversidades, los cadetes de la Escuela Interarmas de las FAR General Antonio Maceo tienen sus rostros camuflados. Apenas se distinguen en medio del campo de batalla. Su objetivo es impedir que las tropas enemigas rescaten al piloto derribado que se refugia en una elevación. Para ello acometen una intensa maniobra en la que finalmente lo apresan.

Entre los principales aspectos que se miden durante la preparación en Jejenes están la capacidad para tomar decisiones oportunas y eficientes, liderar las tropas, mantener la ecuanimidad en el peligro y reaccionar eficientemente ante posibles adversidades, señaló el teniente coronel Arquímides Clemente Fernández, jefe del Estado Mayor de dirección de la salida en campaña.

Llegada la noche, los cadetes realizan ejercicios para enfrentar una agresión enemiga por tierra, momento en que ponen a prueba todo lo aprendido y de seguro alcanzan la victoria.

En ese instante, en el combate real, la asistencia médica también está garantizada para quienes la necesiten. La cadete Elianys Piñeiro Cordoví resalta por el deber con que asume su función de doctora de la tropa. Esta futura oficial de las FAR tiene en sus hombros la tarea de asistir a heridos, brindar los primeros auxilios y preparar las condiciones hasta que lleguen al puesto médico.

Como mujer, asegura, no hay misión imposible que impida cumplir con este completo e integrador ejercicio. «En él confluyen las enseñanzas de todas las materias, y se ponen de manifiesto valores como la firmeza, la decisión, la solidaridad y el compañerismo».

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