El Presidente cubano, acompañado de la ministra cubana de la Industria Alimentaria, María del Carmen Concepción González, hizo un recorrido signado por el constante intercambio con los expositores. Autor: Estudios Revolución Publicado: 23/05/2018 | 11:11 pm
Puede hablarse de intensidad si, además de tareas impostergables y cardinales para la vida de una nación y que discurren en recintos no públicos, se acometen otras en espacios más amplios y propicios para el diálogo con muchas personas. Visto así, ha sido intenso este miércoles para el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien realizó un recorrido por varios lugares de La Habana.
La agenda tuvo como primer punto su presencia en la inauguración del 9no. Encuentro Internacional de Justicia y Derecho que sesionará hasta el 25 de este mes en el Palacio de Convenciones.
En una mañana que abrió con música a cargo de estudiantes destacados de saxofón y pertenecientes a la escuela Manuel Saumell —a quienes acompañó en la ejecución el prestigioso saxofonista cubano César López—, concurrieron más de 120 delegados e invitados de 27 países, así como más de 300 delegados de la Isla, entre profesionales del Derecho y estudiantes destacados de ese universo.
Ante representantes de entidades cubanas, así como del cuerpo diplomático acreditado aquí, el presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP) de la República de Cuba, Rubén Remigio Ferro, pronunció las palabras de bienvenida, las cuales fueron dedicadas, primeramente, al estado de consternación y pesar que embarga a los órganos de justicia del país, junto a todo el pueblo, por el reciente accidente de aviación en el cual perdieron la vida más de un centenar de seres humanos.
En un discurso que tuvo como eje conceptual la imprescindible ética y sentido del equilibrio que deben habitar en quienes hagan valer la justicia, Remigio Ferro expresó que el 9no. Encuentro Internacional pudiera ser un espacio fértil para el intercambio de conocimientos y capacidades entre juristas de nuestra nación y de otras latitudes.
No pasó por alto que este evento se produce mientras el planeta se estremece por nefastos acontecimientos y en no pocos lugares el Derecho y la justicia son lacerados, o las acciones judiciales suelen amparar violentamente los intereses oligárquicos.
Al llegar al centro de su intervención, el Presidente del TSP recordó que no existen jueces carentes de una ideología, pues ellos son personas que sienten y piensan como los demás seres humanos. Por eso Rubén Remigio enfatizó en que, si importante es contar con normas y nociones regulatorias precisas, es vital que los jueces estén subjetivamente dispuestos a cuidar la justicia, a tomar decisiones con claro sentido de lo justo.
No basta con apegarse al sentido legal —dijo Remigio en una idea que sirve para otros tantos ámbitos de la vida—: hace falta saber interpretarlo en un proceder caracterizado por la sinceridad, humildad, cortesía y prudencia. «No se será buen juez si no se es virtuoso», sentenció.
A los participantes en el 9no. Encuentro Internacional, Rubén Remigio les anunció que el TSP de la República de Cuba trabaja hace algunos años, con esmero, en el diseño de un sistema propio de control de la calidad. La meta final de tal propósito es la elaboración de un manual de calidad que permita desplegar una labor a la altura del pueblo. «La calidad, dijo, nunca es un accidente»: siempre es resultado de un esfuerzo cohesionado e inteligente.
La sociedad cubana —reflexionó Remigio— transita hoy por los derroteros del proceso de actualización, proceso que en su entender implica una dinámica de transformación que impacta en el sistema judicial del país.
Una invitación a lo esencial hizo el discursante a los especialistas del Derecho que han llegado a Cuba desde otras latitudes: que en estos días de intercambios y de visitas no dejen de descubrir «el más grande tesoro de esta Isla»: su gente, esa que no claudicará en sus principios a pesar de todas las adversidades que se presenten.
El cierre de esta jornada inaugural, que fue acompañada por el Presidente cubano, estuvo a cargo del Doctor Roberto Viciano Pastor, catedrático español de la Universidad de Valencia. La conferencia magistral «La aplicación del derecho constitucional por el juez», recordó a todos la importancia, para la armonía de un país, del apego a la ley.
Visita a la Segunda Feria de Alimentos
A media mañana de este miércoles Miguel Díaz-Canel asistió en Pabexpo a la segunda edición del salón Alimentos Cuba 2.0, la Feria Internacional de Alimentación, Bebidas y Tecnología Alimentaria, cita iniciada el pasado 22 y que hoy concluye.
«Tienen buena feria», comentó el Jefe de Estado a los organizadores de esta vitrina hecha para mostrar el desarrollo y las potencialidades del mercado cubano en el ámbito de la alimentación, la cual cuenta con más de 115 expositores procedentes de 22 naciones; de ellos, unos 25 dedicados exclusivamente a producir equipos para la industria alimentaria. Todos concurren en un área de más de 3 000 metros cuadrados donde pueden verse logros de la tecnología de la alimentación, bebidas y maquinarias para la hostelería.
El mandatario, acompañado de la ministra cubana de la Industria Alimentaria, María del Carmen Concepción González, hizo un recorrido signado por el constante intercambio con los expositores. A cada paso, saludando o escuchando diversas explicaciones, Díaz-Canel pudo apreciar una gama de productos que se enmarcan en una jornada enriquecida por rondas de negocios organizadas por la Cámara de Comercio de la República de Cuba, foro de inversiones, presentación de la Cartera de Oportunidades de Inversión de la rama alimentaria a cargo de ProCuba y la Corporación Alimentaria S.A. Coralsa, entre otras instituciones.
Al ser abordado por periodistas presentes en el recorrido, Díaz-Canel comentó que este es un momento oportuno para ferias como la que ahora acoge Pabexpo. «Estamos en un momento, enfatizó, en que queremos relanzar, modernizar, potenciar la industria alimentaria cubana».
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros declaró que esa intención, «en el plan de la economía de este año, está como una prioridad dentro de las prioridades (…), muy potenciada como eje estratégico en todas las bases del programa de desarrollo económico y social».
Seguidamente valoró de positivo este intercambio con entidades extranjeras, desde el cual quienes nos visitan pueden apreciar las potencialidades de la industria alimentaria cubana. Nuestro país tiene presente, destacó, la producción, pero también la ciencia y la innovación en función de la industria alimentaria.
«Este año, dijo, hay un proceso inversionista grande. Yo diría que el más grande en los últimos diez años en la industria alimentaria; y poco a poco vamos a ir recuperando producciones que estaban muy deterioradas, y sobre todo nos vamos a proponer nuevos productos, nuevos surtidos, y también una ampliación en la producción, importante esto también para satisfacer necesidades alimentarias en nuestra población».
El arte, puente entrañable
La emotividad y el compromiso con la Patria conformaron la impronta, en horas de la tarde, que marcó los recintos del Centro Cultural La Plaza de 31 y 2, inaugurado en agosto pasado en el municipio de Plaza de la Revolución.
El arte puede ser el mejor abrazo que dos naciones puedan darse. Otra vez quedó en pie esa verdad durante el encuentro que allí tuvo lugar entre el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y los artistas de la Isla que nos han representado en eventos como la Cumbre de los Pueblos, en Perú, realizada en abril de este año, y el Festival de las Artes de Cuba en el Kennedy Center de Washington DC.
Uno a uno, en voz de talentosos creadores de la danza, la pintura, la música, el diseño gráfico, y el teatro, fueron naciendo los testimonios de quienes defendieron a su Isla amada con un lenguaje que no conoce fronteras: el arte. Ante la presencia del Presidente cubano, del ministro de Cultura Abel Prieto Jiménez, y de otros funcionarios y representantes de instituciones culturales, los artífices de las manifestaciones artísticas hablaron de excelente acogida en el Kennedy Center, de ovaciones, de salas repletas de público, de vivas a Cuba, de unidad entre visitantes y anfitriones, de disfrute por parte de los espectadores en Washington DC. ante lo que Cuba mostraba: su cultura cultivada en un sistema de escuelas de arte cuya calidad pocos se atreverían a poner en entredicho.
Sobre esta experiencia en Estados Unidos, en la reunión realizada en el Centro Cultural La Plaza de 31 y 2 se habló de una lección trascendente: el respeto mutuo y posible entre dos pueblos. Y sobre lo vivido en Perú se habló de combate y de un compromiso creativo que nada pudo apagar.
Al compartir un grupo de ideas con los artistas nuestros, Díaz-Canel afirmó que las dos experiencias demostraron que el arte es la mejor manera de comunicación entre dos pueblos, y que se pueden construir puentes, estrechar lazos a pesar de las diferencias.
A los protagonistas, a los que hicieron posible que la cultura cubana tocara el corazón de muchos, el mandatario les habló de seguir apoyando la Revolución, de seguir unidos, creativos, dispuestos a seguir haciendo por Cuba. Finalmente eligió una despedida cálida, consistente en estrechar la mano, de conjunto con Abel Prieto, a cada uno de los asistentes al encuentro en el Centro Cultural.
«No se será buen juez si no se es virtuoso», dijo el Presidente del Tribunal Supremo Popular de la República de Cuba, Rubén Remigio Ferro.
Miguel Díaz-Canel recorrió las salas del Centro Cultural La Plaza de 31 y 2, inaugurado en agosto pasado, en el municipio de Plaza de la Revolución.
Uno a uno, en voz de talentosos creadores de la danza, la pintura, la música, el diseño gráfico, y el teatro, fueron naciendo los testimonios de quienes defendieron a su Isla amada con un lenguaje que no conoce fronteras: el arte.