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Delincuencia fuera del área de cobertura

Autoridades de nuestro país manifiestan, con ejemplos concretos, que no se permitirá impunidad en los delitos e ilegalidades cometidos en las zonas de conexión wifi por el impacto negativo que esto genera en la población

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

Comunicarse con familiares y amigos, revisar el correo electrónico, actualizar la página de Facebook y otras redes sociales, descargar videos y aplicaciones o informarse de lo que acontece en el mundo son las razones más frecuentes por las que las personas acuden a las más de 630 zonas wifi que existen en las principales ciudades del país.

Desde que se habilitaron estos sitios, particularmente en parques, avenidas y bulevares, el número de usuarios que se concentra allí es creciente, utilizando teléfonos celulares, tablets y laptops para la navegación a través de internet.

El valor y usabilidad de estos medios de comunicación resulta un atractivo para que ciudadanos inescrupulosos intenten lucrar a costa de los usuarios.

Los delincuentes aprovechan la baja percepción de riesgo de las personas y el insuficiente conocimiento relacionado con el funcionamiento del servicio para cometer hechos delictivos y diversas ilegalidades.

Gracias a las acciones de seguimiento y enfrentamiento del Ministerio del Interior (Minint), los órganos de justicia, Etecsa y otras instituciones, ha disminuido la incidencia de hechos ilícitos en estos lugares, a partir de la prevención y el enfrentamiento más oportuno contra la reventa de tarjetas de cuentas temporales, hurtos por descuido, robos con fuerza y diferentes modalidades asociadas con el fraude tecnológico, las que clasifican entre las principales tipicidades delictivas en estas áreas. Estos delitos repercuten en la economía personal y en la calidad del servicio.

En este tipo de casos es necesaria la denuncia oportuna en las estaciones de la PNR o llamar al 106 de manera inmediata, para lograr una actuación efectiva y enérgica por parte de las fuerzas del orden.

Actuar oportuno

Según información ofrecida por el Ministerio del Interior a esta reportera, en 2017 se actuó contra 1 060 personas dedicadas a la venta ilícita de tarjetas Nauta y bonos de recarga, así como a la realización de conexiones inalámbricas ilegales.

Se incautó un grupo de medios utilizados para la comisión de estos actos ilícitos, entre los cuales figuran laptops, antenas para conexión wifi, tarjetas Nauta, bonos de recarga, cargadores, baterías, así como un volumen considerable de CUP. De los 1 060 ciudadanos, 344 fueron procesados, 308 multados y el resto atendidos para advertencia.

El Minint, a partir de su constante actuación, ratifica que no se permitirá impunidad, por lo cual ha intensificado la vigilancia y el patrullaje en las zonas utilizadas para la conexión wifi y ha especializado a sus fuerzas en estas tipologías delictivas, para «limpiar» estas áreas de malhechores.

De esta manera se han identificado a ciudadanos, quienes sustrajeron el saldo de las cuentas Nauta de los usuarios o facilitaron navegaciones simultáneas no autorizadas para el comercio ilícito del uso de estos servicios en las mismas zonas wifi o en su entorno.

Para obtener las credenciales (usuario y contraseña) de los clientes, emplearon antenas inalámbricas Nano Station (con las que la cobertura puede alcanzar distancias superiores a los diez kilómetros) y laptops con software que les permiten suplantar el Punto de Acceso (AP) oficial de Etecsa, creando un AP falso y cuentas-almacenes para el comercio de las horas de navegación.

Algunas personas procesadas convirtieron en servidores sus medios portátiles, enrutando de tres a cinco usuarios al servicio Conectify File, ya sea en el umbral de conexión o el entorno de la zona wifi, generando la saturación de la red.

Un refrán popular especifica que lo barato sale caro, y cuando te ofrecen una conexión más barata por los caminos incorrectos, hay otras personas que son perjudicadas. Se impone sumarse a la lucha contra aquellos que lucran con el bien común.

Casos que ilustran

En el municipio artemiseño de Guanajay se desactivó una antena repetidora de señal wifi, ubicada en el poblado de Noroña. Se ocuparon dos Lete Bean o planta receptora con alcance de dos a cinco kilómetros, la cual recibía señales transmitidas desde otra, situada en el consejo popular Playa Baracoa, que a su vez transmitía para una antena ubicada cerca del cementerio de Guanajay y para dos en Artemisa. La red tenía aproximadamente 30 usuarios en Artemisa y 60 en Guanajay. Los implicados fueron procesados por actividad económica ilícita y receptación.

En los municipios de Bayamo y Manzanillo, en Granma, se desarticularon ocho redes de comercialización ilícitas del servicio de internet, empleando el software Conectify. Se procesaron 13 implicados y se ocuparon diez laptops, ocho antenas rutter, cuatro móviles, cinco memorias RAM y un monto considerable de CUP. Esta red se aprovechaba de las conexiones inalámbricas de Etecsa, ocasionándole pérdidas económicas a la entidad, ralentizado el servicio en las zonas dispuestas para ello y perjudicando a usuarios que perdían su saldo, utilizado para tales fines.

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