Busquen el apoyo de los de mayor experiencia, les recomendó el Titular de la Agricultura a los más jóvenes. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 27/03/2018 | 08:59 pm
Un joven que decida irse a vivir honradamente de la tierra da un paso muy revolucionario. Y mucho más revolucionario es que luego de que aprenda, contribuya a la capacitación de los demás. Así lo manifestó Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura, quien sostuvo un intercambio de experiencias con 45 jóvenes acogidos a la Resolución 449/2013, que da prioridad en el otorgamiento de tierras en usufructo a quienes se licencian del Servicio Militar Activo.
El encuentro de los noveles agricultores con el titular del ramo y el Grupo de Dirección del Ministerio de la Agricultura (Minag) tuvo lugar en la sede del organismo, en La Habana. Previo a este encuentro, los productores participaron en el Primer Taller de jóvenes usufructuarios, que les permitió visitar fincas y cooperativas con resultados prominentes en la producción de alimentos y apropiarse de buenas prácticas.
Alcides López Labrada, director del Centro de Capacitación y Superación del Minag, antes de que desatara el provechoso encuentro de los jóvenes con los ejecutivos del Minag, aludió al proyecto Agro joven que promueve oportunidades de empleo en el campo y hasta el momento abarca dos municipios (Los Palacios, en Pinar del Río, y Caimito, en Artemisa).
López Labrada ofreció datos, avalados por el Centro de Estudio de la Juventud, que refrendan la importancia de motivar a las nuevas generaciones para que se interesen por carreras agropecuarias y con sus manos saquen frutos a la tierra. Subrayó, por ejemplo, que solo un 12 por ciento de los brazos que hoy sostienen la actividad agropecuaria son jóvenes.
El Ministro de la Agricultura recomendó a los participantes en el encuentro que siempre busquen el apoyo de productores con experiencia, y que no se aparten del camino de la ciencia y la técnica para lograr la prosperidad que el campo ofrece, al tener Acopio fijado buenos precios para sus cosechas. Insistió, además, en que eviten dedicarse al monocultivo, porque tiene riesgos que afectan el bolsillo y también compromete los suelos.
Rodríguez Rollero escuchó atento a los muchachos que se refirieron a escollos burocráticos y a la dejadez de algunas delegaciones del Minag y dirigentes de la ANAP para atender sus necesidades de productores incipientes, y descapitalizados regularmente. Preguntaba por el lugar exacto donde se ubican sus tierras, y como buen conocedor de cada pedazo de la geografía cubana donde se producen alimentos, se comprometió a hacer llegar cada plantea-miento a quien le corresponde, con la urgencia que el asunto demanda.
Adrián Rodríguez, quien obtuvo tierras en Palmerejo, Songo La Maya, en Santiago de Cuba, agradeció todo lo que posee a las cuatro hectáreas que trabaja con bueyes. Ya levantó su casa modesta sembrando maíz y boniato, y lo que saca del surco le permite ofrecerles una vida digna a su esposa e hija. Regresará a su finca con semillas de yuca obtenidas en el Inivit que un productor de Güira de Melena le regaló para probarla en tierra santiaguera.
Richar Osorio, a quien le entregaron sus tierras en Majagua, Ciego de Ávila, comentó su experiencia como tomatero en unas cinco hectáreas atravesadas por ríos y cañadas. Aseguró obtener 22 toneladas en esa área y estar muy feliz porque diversificará la finca con otros cultivos como melón y maíz.
El presidente del Grupo Empresarial de Logística del Minag (Gelma), Rodolfo Rodríguez, explicó que su entidad tiene contratos con 5 000 unidades productoras, pero que encaminarán su trabajo para atender las problemáticas relacionadas con la logística de estos jóvenes usufructuarios, que suman 713 en todo el país. Igualmente, les enumeró soluciones vigentes para que aquellas bases productivas que tienen situaciones económicas críticas puedan obtener sus insumos.
Por su parte, Yoel Palmero Meneses, miembro del Buró Nacional de la ANAP, redundó en el compromiso de capacitar a estos muchachos y a los más de 29 000 que hay en el sector. Dijo que los Activos Campesinos, que efectúan cada año su organización y la UJC, son espacios ideales para conocer los intríngulis del agro y el papel de los jóvenes para revolucionarlo.
Con una nota muy optimista cerró aquel encuentro. El joven pinareño Jorge Luis Henríquez, socio de la CCS Jorge González y estudiante de Agronomía en la sede universitaria local, aseveró que no es imposible superarse aun cuando las obligaciones sean numerosas.