¿Siente dolor, picazón o ardor en sus ojos? ¿Le molesta la luz? ¿Acaso percibe molestias, como si tuviera un cuerpo extraño? Si tiene estos síntomas y además sus ojos están enrojecidos, siente dolores de cabeza y se le presenta fiebre asociada, entonces no dude en acudir al médico para que le oriente el mejor tratamiento ante esta enfermedad viral.
La conjuntivitis, definida como la inflamación de la capa conjuntiva —esa membrana mucosa que recubre el interior de los párpados y que se extiende a la parte anterior del globo ocular—, puede ser de tipo bacteriana, viral, alérgica, por cuerpo extraño o traumático, en caso de que arañazos o golpes favorezcan esta inflamación.
Desde el año 2016 se viene reportando un brote epidémico de conjuntivitis hemorrágica epidémica en países de la región, entre ellos Haití, las Bahamas, Guadalupe, Martinica y la República Dominicana. Como posible causa de esta epidemia, se identificó el polvo procedente del desierto del Sahara, que se está expandiendo por el Caribe y que en ciertas épocas del año incide además en irritaciones en la piel, afecciones en amígdalas, boca, nariz y otras partes del cuerpo.
Desde finales del mes de mayo de este año en Cuba se ha generado un proceso infeccioso de conjuntivitis —enfermedad viral identificada por primera vez en Ghana en 1969, y en nuestro país, en agosto de 1981—, de cuyos riegos no está exenta hoy ninguna región del territorio nacional.
La especialista en Oftalmología Xiomara Marín Pichs, jefa del Grupo Provincial de esta especialidad en La Habana, precisa que este tipo de conjuntivitis, que afecta a personas de todas las edades, es muy transmisible por contacto interpersonal y por microgotas de saliva.
«La conjuntivitis hemorrágica epidémica, con un período de incubación de entre ocho y 48 horas, es más frecuente en áreas costeras de países tropicales con altas temperaturas y humedad, y tiene una mayor incidencia en la época lluviosa.
«Los agentes infecciosos de este tipo de conjuntivitis son los adenovirus y picornavirus, y de este último el de mayor incidencia en el país es el virus Coxsackie A24».
Marín Pichs puntualizó que el tratamiento curativo debe extenderse hasta siete días y está basado en la aplicación de compresas frescas al menos cada seis horas, con agua hervida o suero fisiológico, además de lavados oculares de arrastre, o sea, de adentro hacia afuera, utilizando una jeringa y comenzando en el ángulo interno del ojo.
Pueden prescribirse analgésicos como la dipirona o el paracetamol para aminorar el dolor y un antihistamínico para aliviar el escozor o picazón, agrega.
«Lo más importante es el tratamiento preventivo para evitar la aparición y el contagio de la conjuntivitis hemorrágica epidémica, que en ocasiones puede provocar inflamación de la córnea (queratitis)».
Insiste la doctora en que se debe acudir al médico y no recurrir a remedios caseros, pues se trata de una enfermedad de notificación obligatoria que, aunque no compromete la agudeza visual, sí afecta una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo.