Cuarenta y cinco años después, Manuel Ascunce Domenech sigue en las aulas cubanas. A veces en los jóvenes de ayer, otras en los de hoy. Y siempre en el Destacamento Pedagógico que Fidel fundara en la clausura del Segundo Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas en abril de 1972.
El Primer Contingente de aquel peculiar ejército garantizaría la continuidad de estudios a quienes iban para la secundaria básica y no tenían maestros que los recibieran. Por eso el Comandante en Jefe convocó. Por eso las muchachas y muchachos respondieron. Por eso esta iniciativa consolidada ha seguido y sigue educando y creciendo con los nuevos tiempos. Su novedoso sistema de estudio-trabajo sentó pautas en el país para siempre.
Así lo recordó Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación, al enviar una carta de reconocimiento a los miembros de este eterno Destacamento. En la misiva realza «la sabia visión con que Fidel colocó a la educación en la primera línea de combate para la transformación de la sociedad cubana», y esa «infinita confianza que siempre tuvo en los jóvenes para emprender las más significativas batallas».
Con ese primer llamado comenzó todo. Luego llegaron a ser graduados de carreras pedagógicas e hicieron que otros lo fueran después. Pero sin aquel abril de 1972 nada hubiera podido ser como es hoy, cuando «Fidel nos sigue dando tareas y confía en nuestros educadores», resalta la Ministra en su carta de reconocimiento.
Una cita final del líder en el 20 aniversario del Manuel Ascunce sigue convocando hoy: «Ahora tenemos que crear el destacamento de la calidad de la educación».